David Vulpes Vulpes
Miembro Conocido
Hay veces en que los días parecen pedazos de basura,
hay temas que no importan nada;
pero son publicados hasta el hartazgo...
Hay veces que los platos se rompen,
veces en que la magia se siente vieja y desgastada,
que el mundo presume de un brillo falso;
esas veces realmente son molestas,
deprimentes...
Hay veces que la montaña
es solo una sombra de una ilusión mayor,
y tal oscuridad
violenta pasivamente
el contenido vibrante del ser...
Hay veces que ya no se sienten como tal,
son vacíos negando la vida misma;
enceguecidas las víctimas de tanto tedio,
caminan hacia el abismo,
caen sin saber ni sentir,
y ni siquiera la muerte es el golpe que necesitan,
solo obtienen la ilusión de vivir
sin verter sangre, sin llorar verdaderamente...
Esas veces existen,
la monotonía de la existencia
como alegoría irónica
de algo mejor construido,
es lo que tenemos como escenario,
lo que comemos,
lo que rumiamos;
no lo que necesitamos...
Hay veces así,
como un pedazo de infierno
colocado en la suela de nuestros zapatos,
y, aunque el sol queme,
lo sombrío es el pan que nos toca ingerir...
Aunque,
hay días, y en esas horas,
las mejores veces:
las luminosas,
las que vivo en ti,
las que tu integridad mística me inserta,
las que destruyen muros;
las veces que son energía pura,
la que me hace vibrar,
la que me hacen retomar
lo que nunca debí dejar de ser...
Estas veces,
estas veces,
de las contadas veces;
puedo hacerte un homenaje de corazón,
un tributo singular,
un regalo,
por la vida,
la luz,
el regocijo del reír,
el calor y la unión...
A pesar del plástico que nos rodea,
a pesar de lo ordinario,
a pesar de lo burdo que nos enferma,
a pesar de esta padecimiento ominoso,
que es vivir,
respirando apenas,
caminando y dejando huellas,
apenas el color difuso,
apenas el dormir...
Se alzan las manos
en agradecimiento eterno
de la brisa que me alienta...
La que viene de ese rincón milenario
al que llaman fervor...
hay temas que no importan nada;
pero son publicados hasta el hartazgo...
Hay veces que los platos se rompen,
veces en que la magia se siente vieja y desgastada,
que el mundo presume de un brillo falso;
esas veces realmente son molestas,
deprimentes...
Hay veces que la montaña
es solo una sombra de una ilusión mayor,
y tal oscuridad
violenta pasivamente
el contenido vibrante del ser...
Hay veces que ya no se sienten como tal,
son vacíos negando la vida misma;
enceguecidas las víctimas de tanto tedio,
caminan hacia el abismo,
caen sin saber ni sentir,
y ni siquiera la muerte es el golpe que necesitan,
solo obtienen la ilusión de vivir
sin verter sangre, sin llorar verdaderamente...
Esas veces existen,
la monotonía de la existencia
como alegoría irónica
de algo mejor construido,
es lo que tenemos como escenario,
lo que comemos,
lo que rumiamos;
no lo que necesitamos...
Hay veces así,
como un pedazo de infierno
colocado en la suela de nuestros zapatos,
y, aunque el sol queme,
lo sombrío es el pan que nos toca ingerir...
Aunque,
hay días, y en esas horas,
las mejores veces:
las luminosas,
las que vivo en ti,
las que tu integridad mística me inserta,
las que destruyen muros;
las veces que son energía pura,
la que me hace vibrar,
la que me hacen retomar
lo que nunca debí dejar de ser...
Estas veces,
estas veces,
de las contadas veces;
puedo hacerte un homenaje de corazón,
un tributo singular,
un regalo,
por la vida,
la luz,
el regocijo del reír,
el calor y la unión...
A pesar del plástico que nos rodea,
a pesar de lo ordinario,
a pesar de lo burdo que nos enferma,
a pesar de esta padecimiento ominoso,
que es vivir,
respirando apenas,
caminando y dejando huellas,
apenas el color difuso,
apenas el dormir...
Se alzan las manos
en agradecimiento eterno
de la brisa que me alienta...
La que viene de ese rincón milenario
al que llaman fervor...
