Agua Mar
Miembro Conocido
Xxxxxxxxx
Una estrella
azul marina,
lucecita bailarina,
quiso conocer las trenzas
que se peinan en la tierra.
Sin frenos y sin medidas
se lanzó a la piscina.
El día ya aclaraba
cuando la estrella dorada
a la tierra se precipitaba.
La vieron caer como diamante,
alguien dijo: ! es gigante !
Cayó envuelta en algodón,
silenciosa cual canción
que ilumina el corazón.
La estrellita se escondió,
tenía miedo, pobrecita,
no se podía apagar
! como brillaban sus manitas !
Un caracol que jugaba
la encontró muy asustada,
le dijo que no temblará,
que le ayudaría
a volver, a la luna plateada.
La estrellita más calmada
le confesó a Baba,
que a la luna plateada
no quería regresar,
pues por no parar de bailar,
al cuarto menguante
la ataron castigada.
Entonces, Baba el caracol,
le dijo ilusionado,
que si deseaba bailar,
si deseaba cantar,
sabía a donde la esperaban.
A la mar
llegaron despacio,
allí bailaron un rato,
el azul cubrió su luz,
y el sol cuando salió,
no la vio.
El mundo marino
la protegió.
Ahora,
las estrellitas traviesas
a la mar bajan bailando,
hacen las muy graciosas
de la luna tobogán,
con las nubes
lazos blancos
que descuelgan a la mar.
Las estrellas del mar,
son estrellitas fugaces
que no paran de bailar.
alec

Una estrella
azul marina,
lucecita bailarina,
quiso conocer las trenzas
que se peinan en la tierra.
Sin frenos y sin medidas
se lanzó a la piscina.
El día ya aclaraba
cuando la estrella dorada
a la tierra se precipitaba.
La vieron caer como diamante,
alguien dijo: ! es gigante !
Cayó envuelta en algodón,
silenciosa cual canción
que ilumina el corazón.
La estrellita se escondió,
tenía miedo, pobrecita,
no se podía apagar
! como brillaban sus manitas !
Un caracol que jugaba
la encontró muy asustada,
le dijo que no temblará,
que le ayudaría
a volver, a la luna plateada.
La estrellita más calmada
le confesó a Baba,
que a la luna plateada
no quería regresar,
pues por no parar de bailar,
al cuarto menguante
la ataron castigada.
Entonces, Baba el caracol,
le dijo ilusionado,
que si deseaba bailar,
si deseaba cantar,
sabía a donde la esperaban.
A la mar
llegaron despacio,
allí bailaron un rato,
el azul cubrió su luz,
y el sol cuando salió,
no la vio.
El mundo marino
la protegió.
Ahora,
las estrellitas traviesas
a la mar bajan bailando,
hacen las muy graciosas
de la luna tobogán,
con las nubes
lazos blancos
que descuelgan a la mar.

Las estrellas del mar,
son estrellitas fugaces
que no paran de bailar.
alec

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