Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
He sentido en mis labios como un fuego
que abrasaba mi cuerpo vorazmente.
¡Qué poder tan inmenso el de la mente!
Continúa en tus besos, te lo ruego.
Pero dame un instante de sosiego
que no soy ya aquel joven y aunque siente
tu dulzura mi boca de repente
he notado inquietud. Seguimos luego.
El amor a mis años es distinto,
necesita de paz y de armonía;
ya no tiene el ardor del vino tinto,
pero tiene el sabor de la ambrosía.
Ve tranquila, mi bien, porque el instinto
me confirma y me dice que eres mía.
que abrasaba mi cuerpo vorazmente.
¡Qué poder tan inmenso el de la mente!
Continúa en tus besos, te lo ruego.
Pero dame un instante de sosiego
que no soy ya aquel joven y aunque siente
tu dulzura mi boca de repente
he notado inquietud. Seguimos luego.
El amor a mis años es distinto,
necesita de paz y de armonía;
ya no tiene el ardor del vino tinto,
pero tiene el sabor de la ambrosía.
Ve tranquila, mi bien, porque el instinto
me confirma y me dice que eres mía.
