JULIO CUADROS CASTILLO
Miembro Conocido
Infierno
¿Como haberte perdido? sabiendo que no te he de besar
sin ti los días son largos y las noches muy cortas,
pobre el alma mía entretejida en un pañuelo de llantos
donde el sueño es efímero y los días tan amargos.
No regreses, ¿para que?, si llorarte es mejor
dolerá menos que tus juegos estúpidos de dominar todo en el amor ,
te arroje al viento con un barril de puros sentimientos
pero aun quedan la huellas de los malditos recuerdos.
Por mas que le ordeno, le grito y repito al corazón
no debes llorar, no debes sufrir;
se enfrasca en una angustiada pena que al cerebro le revienta
pero no siento que deba llamarte, menos mensajearte.
Se que no contestaras mis señales de humo
te reirías como frío hielo esculpido por espíritus más crueles,
decidí sólo el camino que hunde los recuerdos al olvido.
¿Serán los océanos llenados por mis lagrimas?,
¿serán los universos los destellos mi alma enamorada?
allí muda la cordillera que a la ciudad no le brinda más su encanto.
Lloré con los trinos de pájaros ausentes,
lloré como un niño que le duele los dientes,
lloré como el mar cuando le han ensuciado sus vertientes,
Hoy sin ninguna lagrima más en el pecho, aún con la mirada desorbitada
empiezo mi camino de regreso tomare mi desayuno, leeré el diario.
Julio Cesar Cuadros Castillo
¿Como haberte perdido? sabiendo que no te he de besar
sin ti los días son largos y las noches muy cortas,
pobre el alma mía entretejida en un pañuelo de llantos
donde el sueño es efímero y los días tan amargos.
No regreses, ¿para que?, si llorarte es mejor
dolerá menos que tus juegos estúpidos de dominar todo en el amor ,
te arroje al viento con un barril de puros sentimientos
pero aun quedan la huellas de los malditos recuerdos.
Por mas que le ordeno, le grito y repito al corazón
no debes llorar, no debes sufrir;
se enfrasca en una angustiada pena que al cerebro le revienta
pero no siento que deba llamarte, menos mensajearte.
Se que no contestaras mis señales de humo
te reirías como frío hielo esculpido por espíritus más crueles,
decidí sólo el camino que hunde los recuerdos al olvido.
¿Serán los océanos llenados por mis lagrimas?,
¿serán los universos los destellos mi alma enamorada?
allí muda la cordillera que a la ciudad no le brinda más su encanto.
Lloré con los trinos de pájaros ausentes,
lloré como un niño que le duele los dientes,
lloré como el mar cuando le han ensuciado sus vertientes,
Hoy sin ninguna lagrima más en el pecho, aún con la mirada desorbitada
empiezo mi camino de regreso tomare mi desayuno, leeré el diario.
Julio Cesar Cuadros Castillo
