David Vulpes Vulpes
Miembro Conocido
¿Para qué y para cuántos?
Y porqué las decisiones se alejan de nuestras manos,
de nuestros deseos inválidos,
de nuestras miradas,
de nuestro oídos...
O es que nunca tuvimos esa capacidad,
que el libre albedrío es solo una ilusión sumamente elaborada,
una falsa libertad inmanente,
finita, alegando eternidad...
En todos los conflictos y en toda la armonía,
una constante si es real,
el caos que ordena paradójicamente esta existencia,
esta verdad que es inherente a la vida y a la muerte.
Dentro de esa transición,
un poder efímero por no decir ilusorio,
alienta a seguir respirando,
y forma el cuerpo de la esperanza,
que junto con la fe,
es la luz que siempre nos acompañará...
Es entonces que volvemos a la interrogante en principio:
¿Para qué?
El sentido cierto y verdadero de seguir luchando.
¿Para cuántos?
¿Todos seremos iluminados?
¿O solo algunos cuantos...?
¿Es el destino el camino o es la meta?:
en una carrera implícita en la memoria
y en la habilidad de reír a pesar del llanto...
Y porqué las decisiones se alejan de nuestras manos,
de nuestros deseos inválidos,
de nuestras miradas,
de nuestro oídos...
O es que nunca tuvimos esa capacidad,
que el libre albedrío es solo una ilusión sumamente elaborada,
una falsa libertad inmanente,
finita, alegando eternidad...
En todos los conflictos y en toda la armonía,
una constante si es real,
el caos que ordena paradójicamente esta existencia,
esta verdad que es inherente a la vida y a la muerte.
Dentro de esa transición,
un poder efímero por no decir ilusorio,
alienta a seguir respirando,
y forma el cuerpo de la esperanza,
que junto con la fe,
es la luz que siempre nos acompañará...
Es entonces que volvemos a la interrogante en principio:
¿Para qué?
El sentido cierto y verdadero de seguir luchando.
¿Para cuántos?
¿Todos seremos iluminados?
¿O solo algunos cuantos...?
¿Es el destino el camino o es la meta?:
en una carrera implícita en la memoria
y en la habilidad de reír a pesar del llanto...
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