Elias
Miembro Conocido

LLANTO PARA EL RECUERDO
Veo pasar el paso de los años
que pinta en mi mirada, en mis ojos,
el surco del paso del sueño de una vida,
que marchita la belleza de una flor.
Siento nacer en el alma el claro otoño,
el adiós presuroso a una dulce primavera
que se marcha con la alegría de sentir
haber dado vida en un mundo de tristezas.
Siento aquel otoño que vino a cerrar sus ojos
cuando se apagó aquella dulce mirada,
cuando el alma al decir su adiós
dejó dibujado en sus ojos el silencio.
Se apagaron los ojos, se callaron las miradas,
se callaron las palabras, las sonrisas...
Se descompuso el alma en mi pecho
cuando mis dedos rozaron sus gélidas mejillas.
La flor de su alma se cerró para siempre.
Se perdió aquel fresco ornato de vida
que adornaba la comisura de sus palabras
que aún palpitan en los rincones de la tierra.
Recuerdo la humilde sencillez de su alma
llevada por el rumor de los mares,
llevando tras de sí su memoria
que se esculpe altiva entre sus olas.
Sencillez en forma de ángel que vino a ti
con el viento helado que azotó nuestras caras,
y oscureciéndonos las almas, en la sombra
renació tu luz, y resonaron tus palabras.
Hoy sólo me persiguen vanos recuerdos
que se refugian en mi mente, en silencio...
Momentos silenciosos que entre sollozos
sólo mi alma atiende en su memoria.
Se perdió la frescura de un alma eterna,
que con dolor y sufrimiento nos advierte...
El semblante recio arrancado de una vida,
que luego, nos consuela con su misma muerte.
Elias Nuñez
“Tinieblas y Sombras”
2013.
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