Cristina Guerrero S
Miembro Conocido
Lo Hubiera Pensando Dos Veces.
Antes del tiempo, antes incluso del universo,
flotaba entre el espacio mi alma la que aun carecía de un cuerpo.
Pero fue una mañana de otoño,
después de casi un milenio,
que Dios me miró a los ojos y me propinó un dulce beso,
Tengo una tarea para ti "Dijo",
te haré partícipe de un sueño.
Con la incertidumbre de un niño
en su primer día de colegio
recibí instrucciones claras de ser un ser de amor y ternura
bajo el azul techo,
y bajé en una nube dorada en que colgaba un letrero,
"serás un ser de amor y ternura, serás un ángel con otro cuerpo".
Se enredaron entre la hierba fresca mis temores y miedos,
conocí la felicidad de ser libre,
de correr entre la brisa del viento,
del calor de una madre y la compañía de un sueño,
"Ser un ser de amor y ternura, ser un ángel en otro cuerpo"
Más, en poco tiempo, conocí a golpes la tristeza,
la falsedad de una promesa y la lejanía de ese sueño,
me miró de frente un ser humano y pude oler sus miedos,
que me abrazaron en cadenas y dolorosos latigazos,
supe entonces que se alejaba de mi el azul techo.
Recordé entonces una pregunta que Dios me hizo hace meses,
"Estás dispuesto a entregar el alma aunque sea doloroso?"
Mi respuesta fue un sí rotundo,
pero hoy...
Hoy lo pensaría dos veces.
(CRISTINA GUERRERO)
 

								Antes del tiempo, antes incluso del universo,
flotaba entre el espacio mi alma la que aun carecía de un cuerpo.
Pero fue una mañana de otoño,
después de casi un milenio,
que Dios me miró a los ojos y me propinó un dulce beso,
Tengo una tarea para ti "Dijo",
te haré partícipe de un sueño.
Con la incertidumbre de un niño
en su primer día de colegio
recibí instrucciones claras de ser un ser de amor y ternura
bajo el azul techo,
y bajé en una nube dorada en que colgaba un letrero,
"serás un ser de amor y ternura, serás un ángel con otro cuerpo".
Se enredaron entre la hierba fresca mis temores y miedos,
conocí la felicidad de ser libre,
de correr entre la brisa del viento,
del calor de una madre y la compañía de un sueño,
"Ser un ser de amor y ternura, ser un ángel en otro cuerpo"
Más, en poco tiempo, conocí a golpes la tristeza,
la falsedad de una promesa y la lejanía de ese sueño,
me miró de frente un ser humano y pude oler sus miedos,
que me abrazaron en cadenas y dolorosos latigazos,
supe entonces que se alejaba de mi el azul techo.
Recordé entonces una pregunta que Dios me hizo hace meses,
"Estás dispuesto a entregar el alma aunque sea doloroso?"
Mi respuesta fue un sí rotundo,
pero hoy...
Hoy lo pensaría dos veces.
(CRISTINA GUERRERO)

 
				 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		