Los sueños del vendedor...

[Francisco Escobar Bravo]

Oscuro, hosco y tristón comenzó el día.
La lluvia se adueñó de la mañana.
Las horas transcurrieron lentamente,
haciendo eterna y larga la jornada.

El pobre vendedor estaba triste,
a toda rapidez todos pasaban;
el frío y la humedad eran intensos
y nadie a comprar algo se paraba.

Es sabio el refranero cuando afirma:
- Mojadas las aceras, corta caja;
ya llegará el verano y bien lustrosas
de nuevo han de volver a estar las vacas. –

Y sueña, y hace planes para entonces,
en cuánto venderá; de cuánta plata
podrá tener con suerte en el bolsillo
si un día, al hacer sol, la gente para.


Francisco Escobar Bravo
11 de enero de 2008​

 

[SANDRA BLANCO]

Oscuro, hosco y tristón comenzó el día.
La lluvia se adueñó de la mañana.
Las horas transcurrieron lentamente,
haciendo eterna y larga la jornada.

El pobre vendedor estaba triste,
a toda rapidez todos pasaban;
el frío y la humedad eran intensos
y nadie a comprar algo se paraba.

Es sabio el refranero cuando afirma:
- Mojadas las aceras, corta caja;
ya llegará el verano y bien lustrosas
de nuevo han de volver a estar las vacas. –

Y sueña, y hace planes para entonces,
en cuánto venderá; de cuánta plata
podrá tener con suerte en el bolsillo
si un día, al hacer sol, la gente para.


Francisco Escobar Bravo
11 de enero de 2008​

Muy buen poema Francisco es la realidad que viven los vendedores ambulantes sujeto su trabajo a las inclemencias del tiempo,excelente poema,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.

 

[Francisco Escobar Bravo]

Cuando trabajé mis últimos 5 años y medio en la ONCE no se me podía considerar exactamente como un vendedor ambulante, en el sentido que normalmente se le da a ese término. Yo sí cobraba mi mensualidad fija. Lo que sucedía es que luego estaban las comisiones sobre ventas, querida Sandra. Y del volumen de ellas dependía, principalmente, el montante de mi nómina.
Pero fue muy divertido mientras duró.
Muchas gracias, querida amiga.
Besos.

 

[José Luis Blázquez]

Muy bonito poema, destacando la labor del vendedor ambulante, sujeto a una gran cantidad de vicisitudes.

Un abrazo.

 

[Francisco Escobar Bravo]

Cuando se sale los viernes por la mañana con la cantidad de tiras del Cuponazo que llevaba yo se reza porque no haya ni una nube en el cielo, amigo José Luis. Porque en otro caso la pifias.
Me alegra que te haya gustado el poema, compañero.
Un fuerte abrazo.