Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Mi "enfermedad" de siempre siempre ha sido
amar a una mujer, sentir su aroma,
el olor de su piel, su dulce tacto.
No lo toméis a broma.
Me lo dijeron pronto. Estaba "enfermo",
el alma a poco más y si entra en coma.
Por eso busqué siempre, a veces loco,
tan mágica redoma.
Un elixir que diera vida al alma.
Un alguien que dijera, dulce: - ¡Toma! -.
Y sí encontré, por suerte, muchas veces
la cándida paloma.
En amores fui experto, según dicen,
alguno hasta llegó a darme un diploma
nombrándome una especie de Tenorio...
¡Quien lo ve se desploma!
De risa debe ser, no es para tanto,
igual será que hablamos otro idioma.
En el mío el amar a seis mujeres
no es ser el Rey de Roma.
Pero los años pasan y el recuerdo
de todo aquel vivir tan sólo asoma
por las noches, en sueños o aun en vela,
Después, todo es carcoma.
amar a una mujer, sentir su aroma,
el olor de su piel, su dulce tacto.
No lo toméis a broma.
Me lo dijeron pronto. Estaba "enfermo",
el alma a poco más y si entra en coma.
Por eso busqué siempre, a veces loco,
tan mágica redoma.
Un elixir que diera vida al alma.
Un alguien que dijera, dulce: - ¡Toma! -.
Y sí encontré, por suerte, muchas veces
la cándida paloma.
En amores fui experto, según dicen,
alguno hasta llegó a darme un diploma
nombrándome una especie de Tenorio...
¡Quien lo ve se desploma!
De risa debe ser, no es para tanto,
igual será que hablamos otro idioma.
En el mío el amar a seis mujeres
no es ser el Rey de Roma.
Pero los años pasan y el recuerdo
de todo aquel vivir tan sólo asoma
por las noches, en sueños o aun en vela,
Después, todo es carcoma.
