Edith Elvira Colqui Rojas
Miembro Conocido
Los guiños de la muerte a la vida
se pasean en hilos cercanos,
ambos conviven en el nudo de la existencia.
Muerte y vida
se enfrentan
como cara y sello de una misma moneda.
Hay que tener las ventanas
de la mente abiertas,
los zapatos de las buenas obras bien lustrados,
porque llega la parca
en el momento menos esperado.
Muerte, tesoro valioso para el hombre que sufre,
vida, rubí precioso para el ser que disfruta.
Equilibristas
en la cuerda floja de la vida y la muerte,
soñamos, reímos, lloramos,
hasta que el reloj final despierte.
Muerte,
¿Por qué llegas
cuando saboreo los jugos más dulces de la vida?
Saca tus amargos pellejos
de mi cotidiana comida.
¡Quien fuese inmortal!
Para ver y paladear eternamente
las cosas bellas de la vida.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados
se pasean en hilos cercanos,
ambos conviven en el nudo de la existencia.
Muerte y vida
se enfrentan
como cara y sello de una misma moneda.
Hay que tener las ventanas
de la mente abiertas,
los zapatos de las buenas obras bien lustrados,
porque llega la parca
en el momento menos esperado.
Muerte, tesoro valioso para el hombre que sufre,
vida, rubí precioso para el ser que disfruta.
Equilibristas
en la cuerda floja de la vida y la muerte,
soñamos, reímos, lloramos,
hasta que el reloj final despierte.
Muerte,
¿Por qué llegas
cuando saboreo los jugos más dulces de la vida?
Saca tus amargos pellejos
de mi cotidiana comida.
¡Quien fuese inmortal!
Para ver y paladear eternamente
las cosas bellas de la vida.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados