Se desgarró la noche,
se llenó de oscuro llanto;
era la sangre de un hombre
que caía en medio el charco,
una bala le segó el aliento
al ser en valor muy parco
para un miserable avariento.
Se despedazó, sin reproche
del corazón cerrado, a calicanto
y cayó bajo un negro manto;
el de los hombres que no saben
coexistir con el quebranto
y el llanto cayó en la noche
oscura; y nadie sabe cuánto.
se llenó de oscuro llanto;
era la sangre de un hombre
que caía en medio el charco,
una bala le segó el aliento
al ser en valor muy parco
para un miserable avariento.
Se despedazó, sin reproche
del corazón cerrado, a calicanto
y cayó bajo un negro manto;
el de los hombres que no saben
coexistir con el quebranto
y el llanto cayó en la noche
oscura; y nadie sabe cuánto.
