Marisa Lozano Fuego
Miembro Activo
NUESTRA SANGRE
Eterno palpitar en mis entrañas
es tu verso tenaz y dolorido,
bastardo vendaval enfurecido
de heridas fugitivas que restañas.
Satánico dulzor con el que bañas
mis pieles cuarteadas por la brisa...
aciaga seducción, fatal sonrisa,
rendición de mi anhelo vacilante,
besos de hiel, fulgores de diamante,
Atila que enamora cuando pisa.
Eso eres tú, palíndromo de dudas,
crucigrama borracho de pasiones,
oxímoron que rasga los tendones
y enseña a articular a lenguas mudas.
Tu epidermis me cubre, y pronto sudas
gotas de visceral Naturaleza.
Desmoronas tu credo, fortaleza
que sostuvo tu orgullo tierno y frágil.
Entre los juncos nadas, bravo y ágil
derramando tu lóbrega belleza.
Entonces, un fulgor incandescente
empapa mi marasmo caprichoso.
Resucitas, viril y poderoso
en vesánico pálpito silente.
Tu esencia de animal puro y caliente
se mezcla en la dulzura de tu vena,
la sangre desfallece y encadena
tu rostro a mis Sagrados Mandamientos.
Despojado de horrores y tormentos
decides abrazar la dicha plena.
Marisa Lozano Fuego
								Eterno palpitar en mis entrañas
es tu verso tenaz y dolorido,
bastardo vendaval enfurecido
de heridas fugitivas que restañas.
Satánico dulzor con el que bañas
mis pieles cuarteadas por la brisa...
aciaga seducción, fatal sonrisa,
rendición de mi anhelo vacilante,
besos de hiel, fulgores de diamante,
Atila que enamora cuando pisa.
Eso eres tú, palíndromo de dudas,
crucigrama borracho de pasiones,
oxímoron que rasga los tendones
y enseña a articular a lenguas mudas.
Tu epidermis me cubre, y pronto sudas
gotas de visceral Naturaleza.
Desmoronas tu credo, fortaleza
que sostuvo tu orgullo tierno y frágil.
Entre los juncos nadas, bravo y ágil
derramando tu lóbrega belleza.
Entonces, un fulgor incandescente
empapa mi marasmo caprichoso.
Resucitas, viril y poderoso
en vesánico pálpito silente.
Tu esencia de animal puro y caliente
se mezcla en la dulzura de tu vena,
la sangre desfallece y encadena
tu rostro a mis Sagrados Mandamientos.
Despojado de horrores y tormentos
decides abrazar la dicha plena.
Marisa Lozano Fuego
 
				 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                