Los sueños suelen engañarnos
con la mejor de sus sonrisas.
Y el presente;
es la mano que se encarga
de despertarnos,
con la más cruel y certera de sus realidades.
Los sueños suelen engañarnos
con la mejor de sus sonrisas.
Y el presente;
es la mano que se encarga
de despertarnos,
con la más cruel y certera de sus realidades.
Sï amigo. Así es. Hay que aprender a soñar, sin sueños no seríamos humanos. Pero hay que aprender a soñar con lo posible porque si soñamos en exceso nos sentimos engañados, al ver que nuestros sueños no se hacen realidad. Concentrando nuestra atención en el presente, salimos de ese estado de ensoñación por un instante y veo el gran abismo que separa a nuestros sueños de nuestra realidad. Eso me dice tu texto. La forma de haberlo escrito, merece un diez en esa escala de ahí arriba.Los sueños suelen engañarnos
con la mejor de sus sonrisas.
Y el presente;
es la mano que se encarga
de despertarnos,
con la más cruel y certera de sus realidades.