Yolvi Efrain Cauro Mendes
Miembro Conocido
Releyendo viejas cosas
Hoy he visto en el nublado
álbum íntimo de plasma
el resplandor del fantasma
de mi pasado.
Estoy sin sol. Desolado
sin versos, (también sin prosas).
Y hundido en las negras lozas
de la noche, -como un búho-,
me aminoro, me atenúo
releyendo viejas cosas.
Sabed, malditos difuntos
que pudrieron mi ilusión,
que voy de mi corazón
a mis asuntos,[1]
ignorando los presuntos
ardores de mis heridas.
Tiemblo ante las presentidas
pulsiones de mi memoria,
deshilachando mi historia
y evocando cosas idas.
¡Cuánto acorde de flaqueza
mi soledad solivianta!
Yo solo adoro a una santa:
Santa Tristeza.
Soy un demonio que reza
al viejo dios de las glosas,
las tenues, menesterosas
tesituras de su indulto,
con la promesa de un culto
entre amarillentas rosas.
Con qué helada parsimonia
se esconden tras los almendros
mis penas, (esos engendros
de Babilonia),
yazuzan la ceremonia
sobre las pieles raídas.
Bellas lágrimas vertidas,
-por un ser fatalizado-,
sobre abonos del pasado
y epístolas desvaídas.
[HR][/HR] [1] Miguel Hernández
YOLVI EFRAÍN CAURO MENDEZ. 14 DE ABRIL DE 2015
Releyendo viejas cosas
y evocando cosas idas,
entre amarillentas rosas
y epístolas desvaídas.
Andres Eloy Blanco
y evocando cosas idas,
entre amarillentas rosas
y epístolas desvaídas.
Andres Eloy Blanco
Hoy he visto en el nublado
álbum íntimo de plasma
el resplandor del fantasma
de mi pasado.
Estoy sin sol. Desolado
sin versos, (también sin prosas).
Y hundido en las negras lozas
de la noche, -como un búho-,
me aminoro, me atenúo
releyendo viejas cosas.
Sabed, malditos difuntos
que pudrieron mi ilusión,
que voy de mi corazón
a mis asuntos,[1]
ignorando los presuntos
ardores de mis heridas.
Tiemblo ante las presentidas
pulsiones de mi memoria,
deshilachando mi historia
y evocando cosas idas.
¡Cuánto acorde de flaqueza
mi soledad solivianta!
Yo solo adoro a una santa:
Santa Tristeza.
Soy un demonio que reza
al viejo dios de las glosas,
las tenues, menesterosas
tesituras de su indulto,
con la promesa de un culto
entre amarillentas rosas.
Con qué helada parsimonia
se esconden tras los almendros
mis penas, (esos engendros
de Babilonia),
yazuzan la ceremonia
sobre las pieles raídas.
Bellas lágrimas vertidas,
-por un ser fatalizado-,
sobre abonos del pasado
y epístolas desvaídas.
[HR][/HR] [1] Miguel Hernández
YOLVI EFRAÍN CAURO MENDEZ. 14 DE ABRIL DE 2015
