Elias
Miembro Conocido

SE ME APAGA LA VIDA.
Ángeles negros vuelan fugaces,
fustigando las almas dormidas,
robando mi luz cada tarde,
quedando mi sombra abatida
por un dolor acuciante
que me anula sin medida.
Sombras de dolor en los altares
que rompen almas comprometidas,
borrando palabras memorables,
quedándose el alma contenida
en suspiros vanos y delirantes,
absurda, quieta y sin vida.
Se perdió la luz de cada tarde
y apareció la noche deprimida,
no existe luz en los ojos radiantes
y la pasión se vuelve perdida.
No hay suspiros ni aromas en el aire,
ni recuerdos de la vida vivida.
Sólo queda este dolor irritante
que apaga y agota este alma herida,
que se mueve apenas cimbreante,
castigada, ciega y dolorida
por senderos cual espíritu andante,
débil, exhausta y desfallecida...
Quiero una muerte admirable,
esperada, dulce y escogida...
Una muerte con olor a azahares
que me llegue presta y ceñida,
que se lleve este cuerpo vacilante,
que me arranque este alma sin vida.
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