¡Déjame que me ría con la risa tuya!
Déjame explorar el milagro escondido
en tu alegría de fuego encendido.
Déjame beber de tu júbilo leve,
ser cómplice fiel de tu encantamiento,
robarle a tu boca su claro aliento
y hallar en tu risa lo que en mí se mueve.
Déjame abrazar la luz de tu cara
cuando el gozo en ti se desata y dispara.
Déjame habitar tu gracia decidida
que aviva mi sombra, que alumbra mi vida.
¡Déjame que me ría con la risa tuya!
Tu risa: campana de brisa temprana,
cristal que resuena cuando el alba canta,
flauta de plata que el viento acaricia,
cascada que cae sin fin ni prisa.
Tu risa: relámpago azul en la niebla,
nido de pájaros, danza de estrellas,
lluvia que besa los vidrios callados,
fuegos que estallan en atardeceres dorados.
¡Déjame que me ría con la risa tuya!
Porque en su eco me nace el consuelo,
y el alma se eleva rozando tu cielo.
¡Déjame que me ría con la risa tuya!
Déjame explorar el milagro escondido
en tu alegría de fuego encendido.
Déjame beber de tu júbilo leve,
ser cómplice fiel de tu encantamiento,
robarle a tu boca su claro aliento
y hallar en tu risa lo que en mí se mueve.
Déjame abrazar la luz de tu cara
cuando el gozo en ti se desata y dispara.
Déjame habitar tu gracia decidida
que aviva mi sombra, que alumbra mi vida.
¡Déjame que me ría con la risa tuya!
Tu risa: campana de brisa temprana,
cristal que resuena cuando el alba canta,
flauta de plata que el viento acaricia,
cascada que cae sin fin ni prisa.
Tu risa: relámpago azul en la niebla,
nido de pájaros, danza de estrellas,
lluvia que besa los vidrios callados,
fuegos que estallan en atardeceres dorados.
¡Déjame que me ría con la risa tuya!
Porque en su eco me nace el consuelo,
y el alma se eleva rozando tu cielo.
¡Déjame que me ría con la risa tuya!