23 DE ABRIL DE 1616
El dilema
de la existencia
se ha quedado
sin respuesta
y el autor
de la propuesta
yace inerte
en un cajón,
mientras rostros
de dolor
acompañan
al cortejo,
llorosos, contritos,
perplejos.
¡Shakespeare,
ha muerto!
Ya no ladran
los perros
en las ventas
castellanas
y el famélico
jamelgo
ya no quiere
caminar.
¿Porqué,
habrán dejado
de girar
las aspas
de los molinos,
que a la vera
del camino
ya no quieren
trabajar?
Ay,
todo
se encuentra
en calma
en un cuadro
de espanto
y el soldado
de Lepanto,
otrora,
ágil, activo,
es hoy
un cuerpo pasivo
y tan solo
se escucha
el llanto.
¡Cervantes,
ha muerto!.
Acompañan,
ambos féretros,
en primera fila
el Rey Lear
y más atrás,
don Quijote
y Dulcinea,
seguidos
desde muy cerca,
por
Sancho Panza
y Galatea.
Y junto
a Romeo
y Julieta,
apoyado
en Hamlet
y Otelo,
vemos
al licenciado
Vidriera,
el que está
llorando,
sin consuelo.
Toda la escena,
...parece
el sueño,
de una noche
de verano
El dilema
de la existencia
se ha quedado
sin respuesta
y el autor
de la propuesta
yace inerte
en un cajón,
mientras rostros
de dolor
acompañan
al cortejo,
llorosos, contritos,
perplejos.
¡Shakespeare,
ha muerto!
Ya no ladran
los perros
en las ventas
castellanas
y el famélico
jamelgo
ya no quiere
caminar.
¿Porqué,
habrán dejado
de girar
las aspas
de los molinos,
que a la vera
del camino
ya no quieren
trabajar?
Ay,
todo
se encuentra
en calma
en un cuadro
de espanto
y el soldado
de Lepanto,
otrora,
ágil, activo,
es hoy
un cuerpo pasivo
y tan solo
se escucha
el llanto.
¡Cervantes,
ha muerto!.
Acompañan,
ambos féretros,
en primera fila
el Rey Lear
y más atrás,
don Quijote
y Dulcinea,
seguidos
desde muy cerca,
por
Sancho Panza
y Galatea.
Y junto
a Romeo
y Julieta,
apoyado
en Hamlet
y Otelo,
vemos
al licenciado
Vidriera,
el que está
llorando,
sin consuelo.
Toda la escena,
...parece
el sueño,
de una noche
de verano
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