Callejero
Miembro Activo
Esculpida su estampa con mesura
y cinceles de hondo sentimiento,
dormitando al compás del movimiento,
pulula el creador en su cordura.
Mimética porción de la cultura
que afirma sin saber del firmamento;
inventor de universos un momento
y al siguiente magnánima locura.
Solícito envoltorio de lo absurdo,
dogmático del culto y ciencia fatua,
deambula, sin norte en su camino.
Emérito del canto del palurdo,
profesa la doctrina de la estatua:
“Que ajenas manos, forjen tu destino.”
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