Edith Elvira Colqui Rojas
Miembro Conocido
¡Oh, Cristo! Mi cordero albo inmolado,
reflejaste en tu lánguida agonía,
el tierno amor que todo lo sentía,
en madero tan frío y descansado.
¡Oh, Cristo! Cuánto amor has derramado,
en esa cruz que sola sostenía,
todo tu cuerpo en sangre lo envolvía,
y tú sin queja, yerto te has quedado.
¡Ved, cómo a Cristo presto crucifican!
¡Ved, cómo él llora, mudo, silencioso!
No hay nadie que su voz llagada escuche.
¡Oh, Cristo! Tus heridas justifican,
el dolor que sufriste muy gustoso,
¡No vi a nadie, que así, por hombres luche¡
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú - Derechos reservados-safe creative
Adjuntos
- 
		
			
	
			
		
		
		34.2 KB Vistas: 24
								
									Última edición: 
								
							
						
						
	
					 
				 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
				 
 
		 
                                 
                                 
                                 
 
		 
 
		 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
 
		