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¡AAAHHH!!! ¡LIBÉEEERAME…!!! (transitando por el túnel de lo sobrenatural)

¡AAAHHH!!! ¡LIBÉEEERAME…!!!
(transitando por el túnel de lo sobrenatural)

--- Una noche decidí quedarme en la casa semi abandonada de mis padres. Las circunstancias del mal tiempo me orillaron a pernoctar ahí completamente solo; la familia se había marchado y tomé esta decisión después de que la intensa lluvia dejó frío, humedad, viento y oscuridad.

--- No soy supersticioso ni escéptico; creo en las fuerzas y fenómenos extraterrenales. Me gusta el misterio y me he sentido atraído por los fenómenos paranormales. Jamás he retado al maligno o a las fuerzas del más allá ni me he mofado de sus manifestaciones; soy aficionado al esoterismo, es fascinante.

--- He tenido experiencias y visiones sobrenaturales. Según mi criterio, considero que los seres extraterrenales, “ánima o alma”, por el hecho de vagar en la vida terrenal, puede tratarse de alguien que muere y se queda anclada aquí por alguna razón ---aunque suene ilógico eso de “razón”, llamémosle “motivo o misión” ---, y no descansará, hasta dar por terminada la misión que se impuso o lo que aquí lo retiene, por eso “vaga o pena”. Tengo entendido que un fenómeno paranormal, es aquel queocurre en ciertas condiciones y que través de la lógica racional difícilmente se pueden explicar. Podríamos decir quedesafía las leyes de la ciencia y de la naturaleza. ¡Como sea, no vamos a entrar en detalles! Llamémosle fenómenos de ultratumba o sobrenaturales

--- Mi nombre es Rick., Nunca he dudado de lo sobrenatural. Estamos conscientes de la existencia de fuerzas sobrenaturales y posibles entes del más allá que están acechándonos; seres, fenómenos paranormales y fuerzas malignas pueden desatarse en cualquier momento para adueñarse y posesionarse de nuestra conciencia y voluntad; el escepticismo puede imponerse, pero requiere de una explicación. ¿Tendrá esto alguna explicación?

ASOMÁNDOME AL TUNEL DE LO SOBRENATURAL”


--- Todo aconteció en la modesta vivienda de mis padres construida con todos sus servicios en la esquina de popular colonia hace cincuenta años. Tiene dos accesos para el interior: la entrada principal y la cochera; ya del interior al patio por dos puertas, respectivamente, una por la cocina y la otra por la recámara, que a la vez da al baño, ambas son metálicas. Lo curioso de éstas, que si no están bien cerradas, con leve corriente de viento empieza un golpeteo tedioso y molesto, su ruido, además del rechinido por falta de lubricación se presta a lo tétrico, lo mismo sucede con las de madera. La puerta del baño es de aluminio, al abrir o cerrar emite un extraño ruido semejante a un gemido que da motivo a penetrar a un ambiente sobrenatural; pudiera imaginarse que objetos se muevan solos, las puertas se abran o cierren misteriosa y violentamente debido a las corrientes de viento que se filtra; igualmente a la presencia de fantasmas, figuras descarnadas o etéreas vagando en el interior. Quienes habitamos aquí por años nos acostumbramos a ello; son ruidos comunes, dejadez por nuestra parte y lubricarlas solucionaría ese problemilla, pero nadie ha hecho algo. Quien desconoce su mal funcionamiento pensaría en algo sobrenatural y tétrico, sobre todo si es de noche y por el silencio, que es cuando se desatan las fuerzas del mal y los ruidos se perciben con más intensidad.

--- Al frente de la entrada principal se aprecian dos ventanas y la puerta metálica color negro al centro que también rechina ligeramente. Dos espacios lucen a manera de jardineras con plantas y flores variadas, la frondosa planta mayor es una bugambilia que casi cubre el total de la ventana derecha debido a lo crecida que está, sus ramas fueron sujetadas con un alambre grueso a cuatro vueltas a manera de tirante y fijadas contra la pared, atada a una alcayata para que resistiera.

--- Pues bien, la lluvia dejó humedad, frío, corrientes de viento y total oscuridad; una de tantas descargas, entre truenos y relámpagos, averió el switch y los fuertes vientos ocasionaron que en más de una ocasión quedara a oscuras en varias ocasiones, pero lograba resolver el problema. Confieso que estaba fastidiado.

--- Tratando de hacer mi soledad menos tediosa escuché música saboreando un café, después encendí la tele y traté de distraerme pero empecé a caer en aburrimiento porque no pude concentrarme, mientras meditaba y hacía planes para el quehacer del día siguiente.

--- Padeciendo aún los estragos de la fuerte lluvia noté que el viento arreciaba por momentos, fue cuando capté y empecé a poner más atención a ruidos extraños que desde antes ya se manifestaban, pero esos extraños ruidos difícilmente se precisaba de donde provenían.


EL EXTRAÑO RUIDO

--- Cerca de la media noche noté que algo empezaba a inquietarme; por lo fastidiado y desesperado decidí meterme a la cama con una bebida caliente, la tele encendida y programada para dormir a pierna suelta hasta el día siguiente; traté de acomodarme, pero empecé a sufrir los estragos del insomnio. La sensación de insomnio motivó a que me levantara y tomara un libro, leí pero no me concentré, me levanté, nuevamente, me preparé una taza de té, comí un panecillo sentado frente al televisor pero no encontré programa ameno.

--- Por el ajetreo, con anterioridad un extraño ruido había llamado mi atención aun con la tele encendida; era un ruido peculiar y empezó a intrigarme. Tenía rato que lo había escuchado, aumentaba su intensidad cuando quedaba a oscuras, posible coincidencia o mi imaginación.


--- Nuevamente intenté dormir pero las calamidades del mal tiempo me tenían desesperado y de mal humor, sobre todo ese sonido semejante a un quejido doloroso; trataba yo de concentrarme. Todo ruido o fenómeno me animaba a buscar una explicación. Siempre he criticado esa expresión coloquial de que “chilló el muerto”; para mí, es un gemido, quejido o lamento de alguna alma en pena; apruebo su existencia.

--- Dentro de mi confusión y tedio, recordé: “… cuando pequeño, mi padre me invitaba a presenciar hechos que para niños de mi edad no eran permitidos o estaban prohibidos; mi padre no pensaba igual, siempre me animó a saber y creer en todo, naturalmente que con lógica y su respectiva explicación. Pude presenciar hechos sobrenaturales, apartados de la realidad, pero sin dejar de pensar que pudo haberlo creado alguna fuerza paranormal o sobrenatural, de ahí, buscar un respuesta lógica. A decir verdad soy miedoso, pero no supersticioso y buscando alguna explicación disfrazo miedos y temores.

¿GEMIDO, QUEJIDO O LAMENTO?

--- Volviendo al extraño ruido, éste se empecinó a manera de reto. Aquél ruido pretendía hacerse notar y dominar mi estado de ánimo. Para esto, apagué el televisor, luz y todo aquello que pudiera distraer mi atención, ya que el ruido con el silencio, asociado a su objetivo se hacía perceptible, estridente y se intensificaba más con la ausencia de luz; me imaginaba mirar bailoteando figurillas etéreas de color entre gris y violeta en la oscuridad, pero considero que eran halos de luz que aun mantenían mi ojos por lo que había mirado instantes antes. Aquello que escuchaba me inquietaba porque no era un ruido común, más bien era un gemido, quejido o lamento, que al parecer quería hacerse notar y dar un mensaje. Hubo lapsos en los cuales se hacía agudo y a veces más grave; sudé en frío al grado de contrariarme; guardé silencio, caminé, salí, entré, me quedé quieto, contuve la respiración; hubo un momento que pensé que alguien de la familia había llegado sin avisar y estaba jugándome una broma.

--- Había transcurrido algo de tiempo sin poder descifrar este enigma. Al no tener el éxito que pretendía, empecé a preguntar en voz alta: “…¿Quien anda ahí?, “… ¿Qué broma es ésta? Además de otras expresiones. En momentos sonreía como un idiota tratando de disfrazar el miedo que empezaba a hacer presa de mí. Debo reconocerlo.

--- A manera de que se adentraba la noche, un temor empezó a invadirme y pensé: “esto no puede sucederme… “…que yo recuerde, en esta casa, ningún hecho fuera de lo normal ha acontecido, ”… alguna desgracia que haya dejado un pesar profundo tampoco, “…esta casa está construida en terrenos de siembra, por lo tanto ninguna alma en pena puede reclamar que estamos perturbando su descanso eterno.

--- Jamás me he burlado de los hechos en relación a fantasmas o apariciones; ya lo dije, no soy supersticioso, pero creo, temo y respeto las fuerzas del más allá; soy humano y sensible a ciertas manifestaciones, entonces, mi pregunta fue: “… ¿Qué broma del más allá es ésta? ¿Algún espíritu estará jugando conmigo? ¿Acaso el maligno pretende desquiciarme? Que a decir verdad, ya lo estaba logrando.

+++ A UN PASO DE LA LOCURA +++

--- Sentí deseo de invocar al Todopoderoso, santos de mi devoción y orar porque soy creyente. Sabido es que hay una lucha entre el bien y el mal; Luzbel, con todo su poder haría lo posible por ganarse otra alma, pero no la mía. No me considero persona ejemplar y nunca he blasfemado ni retado a las fuerzas del mal, así que, en determinado momento oraría y sería lo último que haría. Mi ánimo y valor estaban decayendo, casi a punto de darse por vencidos ante la presencia de imaginarias figurillas etéreas que empezaban a trastornar mi mente, así, como ese sonido figurado a manera de lamento o gemido de algún posible ser del más allá o lo que fuere. Con toda esa sensación de miedo decidí sobreponerme.

-
-- Con la luz apagada salí al patio. Todo a oscuras, solamente así descubriría el motivo de lo que estaba ocasionando mi miedo y me estaba desquiciando. Salí a la calle por la entrada principal y guardé nuevamente silencio; dejé de respirar por unos segundos con tal de captar el mínimo ruido de dónde provenía aquél macabro gemido. De esta manera captaría el lugar y motivo del ruido que se manifestaba a veces macabro y en ocasiones lastimero. No podía ya definirlo ¡Insisto, parecía mensaje! ¡Estaba yo a punto de estallar, que equivalía perder la cordura!

--- Mi intento de descubrir el origen o de dónde provenía aquél ruido fracasó, Lo que en realidad noté, fue que aquel gemido, daba la sensación de que jugaba con mi estado de ánimo, y como lo mencioné, en momentos daba la sensación de ser un quejido lastimero, un ¡aaahhh! doloroso y profundo. En otras ocasiones me pareció insinuante, un gemido de alguna ánima en pena que pretendía decir algo, aunque indescriptible; presentía un posible mensaje en él.

--- Me trepé a la azotea, bajé, salí y me planté al frente de la casa, igualmente sin respuesta, para el colmo, a esa hora ninguna persona transitaba por la calle, a decir verdad, necesitaba de alguien como distracción porque el pánico empezaba a apoderarse de mí.

--- Empezaba a creer que había un reto entre la realidad y lo sobrenatural por medio de aquel tétrico gemido. Todo en silencio y casi vencido entré nuevamente, decidí tirarme al sillón para relajarme y así disimular el miedo que unos instantes más y estallaría en pánico. Inclinado recargué la frente en mis manos empalmadas y con los ojos cerrados traté de relajarme.

--- Empecé a temblar, el miedo me estaba traicionando. Confieso que me hacían falta las oraciones porque ya sentía el deseo de llorar, gritar desesperadamente y salir huyendo todo desquiciado, estaba a punto de darme por vencido, que equivaldría a perder la cordura, posiblemente la razón, así ya no reconocería, que contra las fuerzas del más allá no se puede. Pero el hecho de que lo estoy relatando, quiere decir que aún había cordura en mí.

--- Jadeante, mi corazón, por lo acelerado del latir amenazaba salirse de mi pecho, mi mandíbula la sentía dura, estaba desesperado, sudando en frío, tembloroso y con la mente casi en blanco, me sentía mareado; levanté la cabeza para recargarme en el sillón, coincidentemente mirando hacia la ventana noté que una tenue luz se filtraba de quien sabe dónde, entonces miré que la bugambilia se mecía, lo extraño es que en ese momento no soplaba fuerte el viento, pero sus ramas se mecían de manera anormal; vi, que su movimiento era fuera de lo común. ¡Creo que abrí los ojos desmesuradamente! No daba crédito a lo que veía y traté de calmarme, ya que estaba a punto de un colapso, más bien de perder la cordura.

¡NO PUEDE SER LO QUE ESTOY MIRANDO!

--- Fijando la vista traté de controlarme. Me dije a mí mismo: ¡No puede ser lo que estoy mirando! ¡Estoy alucinando! “…posiblemente mis nervios me están traicionando. ¡No, no puede ser! En momentos capté que el referido gemido insinuaba algo; me dio la sensación que algo quería decirme, pero también algo se lo impedía.

--- Miré otra vez fijamente este fenómeno a semi luz en movimiento, las siluetas de las ramas de la bugambilia me insinuaban “ese” algo, dejé de respirar, el silencio se saturó con aquél gemido lastimero, ya no me pareció estridente, tuve la sensación de que las ramas me hacían señas, algo querían hacerme notar.

--- ¡Debo estar loco! ---pensé---, ¡Esto no es posible! ¡No, no puede ser verdad lo que estoy mirando o imaginando! ¡No! --- Me acerqué a mirar por la ventana y capté el referido gemido a escasos centímetros de mis oídos.

--- ¡Quedé atónito! Más bien idiotizado. Enmudecí de manera esquizofrénica al querer traicionarme la emoción, tal vez la imaginación o no sé qué. ¡Otro poco y estallo en carcajadas, fuera de quicio por lo que vi y comprendí! Es difícil describir si ese momento fue de júbilo o rasgo de locura por lo que aprecié y comprendí.

--- Fijé nuevamente el oído; al momento del gemido salí de inmediato, miré hacia el hato de ramas que formaban el tronco de la bugambilia; el grueso tirante de alambre de cuatro vueltas que sujetaba la frondosa planta, ---casi árbol---, con el viento, que increíblemente en esos momentos era ligero, lo mecía con dificultad, así que no era el viento el que lo movía con fuerza; el rose del alambre con la madera emitía un sonido que repercutía en la pared y semejaba un quejido. Miré los troncos, estaban completamente lastimados, encendí la luz que da a la calle para apreciar mejor y noté que de sus troncos escurría un líquido acuoso, posiblemente sangre, pero no roja como la nuestra, acuosa y blanquizca, tal vez sangre vegetal.

--- Aquellos gemidos eran “ayes”, de dolor, porque así lo comprendí, estaba muy lastimadas, sobre todo por las cortaduras en las ramas que formaban el tronco de la referida bugambilia.

--- Confieso que debido a tal descubrimiento se me rasaron los ojos de lágrimas, lloré ligeramente, corrí apresurado, de inmediato regresé con una alicate y corté el criminal alambre que sujetaba la crecida planta, ¡Sus ramas me daban a entender que querían liberarse! Cesó el gemido como por milagro; las ramas se esparcieron libremente y un ligero sonido que provenía del rozamiento de las ramas, lo imaginé sutil, como un suspiro y a la vez como descanso. Al parecer, ése era el motivo del estridente gemido o mensaje y el movimiento insinuante de las ramas pese a que no había viento fuerte.

¿FUE ESTO UN FENÓMENO PARANORMAL?

--- Posiblemente estoy más loco de lo que se puede uno imaginar y pensé: “si alguien me preguntara por lo sucedido, ¿qué respuesta daría? Ahora estoy en la disyuntiva de que me enfrenté a un fenómeno sobrenatural, porque no fue mi imaginación, sino que (modestia aparte), pude descifrar el mensaje de un ser viviente a otro ser viviente, aunque vegetal ¿Fue esto un fenómeno paranormal o yo quiero enfocarlo de tal manera?

--- Creo también que, posiblemente o de manera subliminal se manifestó la presencia divina porque pensé en orar pero no lo hice o creo que sí, tal vez de manera inconciente, sobre todo cuando sentí que las fuerzas del mal o lo sobrenatural estaban apoderándose de mí.


--- Tiempo después la bugambilia sanó y floreció de manera especial. Ahora se encuentra libre, sus ramas no hacen el intento de liberarse porque ya se mecen con libertad, en ocasiones, con ligero viento dan la sensación de estar bailoteando presumidamente al compás de la musicalidad que emiten sus hojas al rose de unas con otras y posiblemente murmuran algo. Un rose semejante a leve suspiro, podríamos decir sutil y de agradecimiento.

--- Todo esto aconteció en una sola noche--- Reza un refrán: Una mala noche como quiera se pasa”. ¡Pero, qué nochecita!


--- Hacía falta vivir una experiencia entre la realidad y las fuerzas sobrenaturales; tal vez exagere, pero con una experiencia así, Stephen King, Lovecraft, Allan Poe, Stoker, Mary Shelley, Clive Barker o cualquiera otro tendrían material para crear un cuento de misterio, novela o historia de terror. Yo, hasta la fecha no he logrado explicarme si esta experiencia la viví como realidad o “transité por el túnel de lo sobrenatural”. ¡Ahora, la ayuda la necesito yo!!! FIN


Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
25/05/2018. Derechos de Autor Reservados.©
 
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