• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

¡fue tarde mi llegada !!!

¡FUE TARDE MI LLEGADA !


Habían transcurrido una cuantas semanas cuando lei: “En vida hermano, en vida” de Ana María Rabatte. Algo me insinuaba ese tema, pero no lo supe o no lo quise entender ni comprender, ¡qué ironía! Me di tiempo para asistir al cine, para tomar el café, para saborear la golosina, para la reunión y beber la copa; además de brindar me di tiempo para cantar, reír, bailar, escuchar música. En ocasiones, ya aburrido me eché sobre el sillón y miré algo de la televisión. Me di tiempo para trasnochar, mirar el amanecer con todo su esplendor, admirar el horizonte y la caída de muchas tardes con la puesta del sol, en fin, lo maravilloso del día y de la noche, de la naturaleza, con ello la existencia y presencia de Dios en todas sus manifestaciones. Todo eso me hizo reflexionar. Traté de aquilatar el valor de la vida, solamente que olvidé algo, no se me ocurrió describir o entender el mensaje entre la vida y la muerte. No pasó por mi mente la idea de que tiempo hay para todo. Por qué aferrarme a que “ahora que tenga tiempo para…” Que miserable fui al pretextar que tiempo me faltó para realizar lo que pude hacer con tiempo. Tiempo, disculpa y el pretexto. Ahora sí, me sobra tiempo. Ya para qué. Cuántas veces me dije a mí mismo: “ahora que tenga tiempo te paso a visitar amigo mío. Y como una necedad me volvía a repetir: “ahora sí, un día de estos paso a visitarte”. Pues bien, ¡aquí estoy, al fin cumplí! Solamente que… llegué tarde. Tú disfrutas del sueño del que jamás se te volverá a molestar. Me alegra saber que ya no padecerás las banalidades de la vida, tampoco las calamidades. Te envidio porque yo seguiré padeciéndolas. Ahí, donde te encuentras, no habrá pretexto del tiempo para esperarme, como yo lo tuve para visitarte. Me reprocho no haber estado en tus últimos momentos. Sería hipócrita al decir ¡perdóname!, amigo mío, porque cada que te recuerde, mi penitencia será repetir: ¡qué mezquino soy!

Humilde mensaje para aquellos, a quienes pretendemos visitar y al hacerlo no puede ya recibirnos. En este caso y en especial para nuestro amigo DELFINO CRUZ CARRIZALES. D.E.P. Fam. Calderón Tizatl y amigos.
 
Última edición:

MARIPOSA NEGRA

********
ahh Jurcan, me has dejado sin palabras con tu relato, sobretodo porque tiene mucha razón en su contenido, no es suficiente con decir "si quiero a mi gente" es necesario hacernos presentes y disfrutarlos mientras estén vivos, ya muertos solo los recuerdos permanecen, el cuerpo solo es una envoltura prestada que finalmente debemos devolver a donde pertenece, a la tierra, un enorme placer leerte, besos
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba