• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

¿Por qué vienes, amor..?

¿Por qué vienes, amor,
cuando poco me queda,
cuando para la rueda
y se apaga el motor?
Cuando sólo el dolor
de mi cuerpo es el amo.
Si yo ya no te llamo
ni con un ademán.
¿A qué viene ese afán
si no toco el reclamo?

Mas se ve que deseas
infligirme tormento
y en este movimiento
no me das las más feas.
¿Para qué más preseas
a quien tuvo bastantes?
Pasaron los instantes
de la hermosa batalla,
así que tu voz calla.
¡Mi muerte no adelantes!

Porque muero de pena
recordando mi ayer
y ver a una mujer
es horrible condena.
¡Rompe ya esa cadena,
dame la libertad,
que reclama mi edad
un poco de sosiego.
¡Por favor te lo ruego,
déjame y ten piedad!

No preciso de ti,
tomo muchas pastillas,
¿por qué hermosas chiquillas
pones cerca de mí?
¿Por qué cruel eres, di,
si no quiero de amores
padecer más dolores
sino vivir en paz.
No me siento capaz
de sufrir más rigores.

Mas se clava, insistente,
la flecha de Cupido
en mi pecho. A Dios pido
que se muestre clemente.
¿Qué pensará la gente,
qué pensará mi nieta?
Que tu abuelo es poeta
lo sabrás. Pero ignoras
que hasta el fin de mis horas
del amor fui veleta.
 
Última edición:

José Luis Blázquez

JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
¿Por qué vienes, amor,
cuando poco me queda,
cuando para la rueda
y se apaga el motor?
Cuando sólo el dolor
de mi cuerpo es el amo.
Si yo ya no te llamo
ni con un ademán.
¿A qué viene ese afán
si no toco el reclamo?

Mas se ve que deseas
infligirme tormento
y en este movimiento
no me das las más feas.
¿Para qué más preseas
a quien tuvo bastantes?
Pasaron los instantes
de la hermosa batalla,
así que tu voz calla.
¡Mi muerte no adelantes!

Porque muero de pena
recordando mi ayer
y ver a una mujer
es horrible condena.
¡Rompe ya esa cadena,
dame la libertad,
que reclama mi edad
un poco de sosiego.
¡Por favor te lo ruego,
déjame y ten piedad!

No preciso de ti,
tomo muchas pastillas,
¿por qué hermosas chiquillas
pones cerca de mí?
¿Por qué cruel eres, di,
si no quiero de amores
padecer más dolores,
si no vivir en paz.
No me siento capaz
de sufrir más rigores.

Mas se clava, insistente,
la flecha de Cupido
en mi pecho. A Dios pido
que se muestre clemente.
¿Qué pensará la gente,
qué pensará mi nieta?
Que tu abuelo es poeta
lo sabrás,. Pero ignoras
que hasta el fin de mis horas
del amor fui veleta.
Bonito poema, que antes de pasarlo a la fase de votación, te ruego revises esos dos versos que he señalado en rojo. En el primer caso, debe ser "sino" en lugar de "si no", por tratarse en esta oración de una conjunción adversativa. Y en el segundo, parece claro que le sobra la "coma".

Un abrazo.
 
Perdona, pero no sé qué...pasa con este ordenador. He cambiado tres veces el teclado y el caso es que ayer lo vi al corregir lo otro.
Hay veces que se empecina uno. O será que estoy pensando en otro tema, como sabes. Al cual he decidido oponerme salvo explicación más clara que el agua. Mi vida es mía y no vuelvo a permitir ni que me receten una aspirina por capricho o porque ese día no tengan hora para jugar al golf.
Nos entendemos, supongo.
Gracias, querido amigo.
Un fuerte abrazo.
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba