Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Jamás había visto una publicidad más engañosa y más manipulada que la de las dos películas de los ocho apellidos. La de hace tiempo, los vascos; y la de ahora, los catalanes.
No sé cómo se puede afirmar que 8 apellidos vascos es la película española más taquillera, 9 millones de espectadores. Y si es cierto da buena imagen de la incultura reinante del actual público cinéfilo español.
La bajé de la Red a los pocos días de su estreno y estuve viéndola. No cabe duda de que te ríes. Pero de un humor zafio, con las clásicas patochadas costumbristas que hacen que te rías de lo puro malas que son. Con cualquier película antigua de Esteso, Ozores y compañía te reías más y sin necesidad de sacar a relucir el lado zafio de un pueblo.
La otra noche, cuando la pasaron por Tele 5, vi la parrilla de televisión y no hubo nada que me llamase la atención. Por lo cual dejé puesto ese canal, donde había visto el Telediario que presenta el gran Pedro Piqueras y me puse a escribir no recuerdo el qué. Escuché la película y volvió a hacerme gracia alguno de los chistes chusco que se cuentan en ella. Pero que me cuenten que tuvo 9 millones de espectadores ya me parece que es inflar el éxito. Si muchos hicieron lo que yo, escribir, leer o tocarse las mas narices serían bastantes menos.
El humor es muy difícil, eso lo sabe cualquier escritor. Hacer llorar es muy sencillo, obligar a carcajearse mucho más fácil y para arrancar al espectador una simple sonrisa hace falta ser un genio. Quevedo se apostó a que le llamaba coja, es que lo era, a la Reina consorte de Felipe IV. Podía irle en ello la vida, que por aquel entonces los Reyes no se andaban con chiquitas.
Tomó dos rosas, una blanca y otra de color rojo, y - muy ceremoniosamente – llevando una en cada mano se acercó a la Augusta dama, diciéndole: -Entre la rosa blanca y la rosa roja. Su Majestad escoja. -.
No me negarán que hay que ser genial para hacer esto sin que la Consorte pudiera molestarse y más de uno sonriera.
Pues todo lo contrario es la película mencionada. Y si ya en las emisoras de radio, que cobrarán sus buenos euros por sus críticas favorables y sus entrevistas a los artistas, director. Productor y demás padres de la criatura, se habla de que la de 8 apellidos catalanes pues apaga y vámonos.
Pero lo que me gustaría saber es quién hace mala o buena una película, si los entendidos o el público. Porque hay que ver el latazo que nos dieron con ÁGORA y después resultó ser una película infumable, a mi modo de ver.
Mi esposa me pregunta a menudo: - ¿Por qué te gustan tanto las películas antiguas? -
- Porque son buenas y no como las de ahora. –Le respondo. -
Y creo llevar razón.
¡Hasta pronto! .
8 apellidos de donde sean
