Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Los Ilustres Cardenales
eligieron a Francisco,
el cual puede armar el cisco
si reduce sus caudales.
Para combatir los males
de la crisis, con buen tino,
puede hacer este argentino
una oportuna limpieza.
Veremos si su cabeza
no sufre un fatal destino.
Que ya Juan Pablo Primero,
de manera misteriosa,
cavarse pudo su fosa
por cuestiones de dinero.
Poderoso Caballero,
como escribiera el poeta,
impide que se entrometa
en su Gobierno – lo aviso –
hasta el Papa si es preciso
pues ni al mismo Dios respeta.
Así que tenga cuidado
este, al parecer, buen hombre
que lleva mi mismo nombre
y es de virtudes dechado.
Observe a quién tiene al lado,
no se fíe de cualquiera,
no sea que alguien no quiera
- dándole gato por liebre –
volver de nuevo al pesebre
donde la Virgen pariera.
Años después…
Mucho de lo prometido,
al final se quedó en nada,
cuando es lujosa morada.
nadie abandona su nido.
¿La riqueza han repartido
los señores Cardenales
para aliviar tantos males?
¡Que se dejen ya de engaños,
pues con tantos desengaños
siembran la duda a raudales!
Es conocido el refrán
de antes, dicen, de meter
es muy fácil prometer
para luego no dar pan.
Eso le jura el galán
a la tímida doncella,
para después una pella
dejarle sin más rubor.
Las promesas y el amor
se van como una centella.
eligieron a Francisco,
el cual puede armar el cisco
si reduce sus caudales.
Para combatir los males
de la crisis, con buen tino,
puede hacer este argentino
una oportuna limpieza.
Veremos si su cabeza
no sufre un fatal destino.
Que ya Juan Pablo Primero,
de manera misteriosa,
cavarse pudo su fosa
por cuestiones de dinero.
Poderoso Caballero,
como escribiera el poeta,
impide que se entrometa
en su Gobierno – lo aviso –
hasta el Papa si es preciso
pues ni al mismo Dios respeta.
Así que tenga cuidado
este, al parecer, buen hombre
que lleva mi mismo nombre
y es de virtudes dechado.
Observe a quién tiene al lado,
no se fíe de cualquiera,
no sea que alguien no quiera
- dándole gato por liebre –
volver de nuevo al pesebre
donde la Virgen pariera.
Años después…
Mucho de lo prometido,
al final se quedó en nada,
cuando es lujosa morada.
nadie abandona su nido.
¿La riqueza han repartido
los señores Cardenales
para aliviar tantos males?
¡Que se dejen ya de engaños,
pues con tantos desengaños
siembran la duda a raudales!
Es conocido el refrán
de antes, dicen, de meter
es muy fácil prometer
para luego no dar pan.
Eso le jura el galán
a la tímida doncella,
para después una pella
dejarle sin más rubor.
Las promesas y el amor
se van como una centella.
