Amadís
Miembro Conocido

La mochila cargada de esperanza
y el corazón cantando alegre trino.
Ya marcaba mi rumbo de destino
a Santiago, mi alma en alabanza.
Cuando mi vista su paisaje alcanza
ardo con el fervor del peregrino
y atrás queda la senda del camino,
plena de una dulcísima añoranza.
Y llegado a tu plaza, Compostela,
siguiendo de otros pasos fiel su estela,
se adueñó de mi ser algo profundo,
y absorto en insondable pensamiento,
tan solo balbucí con sentimiento:
tu camino es camino abierto al mundo. 
								
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