Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Como comprenderán mis lectores no me estoy refiriendo al poema de Gabriel y Galán, escrito en castúo, el dialecto extremeño, sino a esta noticia que me deja alucinando ya no en colores sino en la más negra oscuridad:
http://www.elmundo.es/madrid/2016/10/08/57f7e09946163fd3478b4622.html
Está siendo comentada ampliamente en las Redes Sociales y aunque las culpas se les achaquen tanto al hijo como al Notario, por despiste de éste, hay algo que me sorprende por demás, me inquieta demasiado y me obliga a pensar que el grado de corrupción al que ha llegado nuestra sociedad es infinito.
La primera pregunta que siempre hace un Notario a quienes van a firmar cualquier tipo de escritura pública es: - ¿Ha leído usted bien lo que va a firmar? -. Si la respuesta es afirmativa y el Notario opina que quien la da está plenamente capacitado para resolver por sí mismo y que no es objeto de coacción alguna procederá a requerir la firma. En otro caso, no.
Un sordomudo, término que todos sabemos está mal aplicado, – nadie es mudo salvo que tenga dañadas sus cuerdas vocales por lo que sea, es sordo y al no oír no aprende a hablar - , puede ser tan inteligente o más que cualquier otra persona incluido el propio Notario. Pero si es cierto que no sabe leer ni escribir, analfabetismo total, ¿cómo va a saber lo que le ponen delante para que firme por mucho que su hijo le haya explicado que se trata de un mero trámite? Aun así, el analfabetismo total no implica una supina falta de conocimiento. La mayoría de nuestros antepasados no sabían leer y España fue un Imperio, gobernado naturalmente por quienes sí gozaban de instrucción, donde pocos solían ser idiotas de baba.
¿Por qué el Notario, ante tamaña contemplación de unos hechos ya de por sí muy sospechosos, no reacciona de alguna manera exigiendo la comprobación mediante un experto de que este matrimonio sí conoce a la perfección el contenido del documento?
Actualmente, en los colegios de sordos, los niños sí aprenden todo lo necesario para sus vidas. En la época en que nacieron esta señora y este señor, aunque ya existieran estos colegios la enseñanza que se impartía en los mismos podría ser mucho más escasa. O, simplemente, es que no asistieron a ninguno.
¿Pero cómo se ganaron la vida los dos miembros de esta pareja para llegar a ser propietarios de una vivienda, ejerciendo de mozo de cuerda y de limpiadora respectivamente, por ejemplo, únicamente? Es de sospechar que no excepto que alguien ejerciera con ellos de “padrino”, situación que ni el periodista que escribe la noticia explica ni el Notario tiene por qué saber. Ante lo cual, o existen intereses espurios – léase soborno o cohecho – por parte de quien debemos considerar fedatario de cualquier transacción o acto legal - o es que un asunto ilegal a todas luces es juzgado por un Juez demasiado a la ligera si no se desea indagar más profundamente.
Bankia está en todo su pleno derecho de reclamar la compensación de la deuda y no hay por qué exigir a dicha Entidad sea caritativa, aunque dadas las circunstancias bien podría serlo. Hay que buscar a los verdaderos culpables y mi opinión es que estos están bien a la vista.
¡Para alucinar, señores! Aquí hay más de un malnacido, el hijo, o es que alguien miente.
¡Hasta pronto!
