House28
Miembro Conocido
No compensa el amor por un instante
sometido al chantaje y la tortura
aunque tiente el placer y la locura
de vivir el infierno como Dante.
No merece la pena ser constante
si se pierde el candil de la mirada,
si se enfría la hoja de la espada,
o te sientes esclavo del reproche.
No merece la pena tal derroche
por morir en los brazos de la amada.
¿Cuánto vale soñar en la alborada
desprenderte del alma si es preciso
conectar con la luz del paraíso
abrazando su dulce puñalada?
Poco cuesta, tirado en la vaguada,
contemplar la vesánica corriente
como un ciclo vital intermitente,
o mecido en la cuna de un balandro
admirar los tapices palisandro
de un ocaso ancestral iridiscente.
No compensa que bebas de esa fuente,
la zozobra ni el tósigo elixir
ni la herida punzante del faquir
ni los surcos que pliegan en tu frente.
Si se acaba el encanto de repente
solo queda lo efímero del gozo
-un estruendo de sombras y destrozo-
y la niebla techando el horizonte,
un voluble bogar de polizonte
y el recuerdo de estéril alborozo.
Mas se puede calmar tanto sollozo
con romances detrás de tu postigo
y otros soles que brillan como el trigo
estrechando la flor de un tiempo mozo.
No compensa ahogarnos en el pozo
si el amor nos sorprende a cada paso.
Ave Fénix, renace del fracaso
y remontan sus alas cada muro
como página en blanco del futuro
que renueva claveles en el vaso.
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