Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
“…DÍGAME… ¿ESO ES AMOR?
--- Señora: Tal vez yo no le importo nada, pero la amo con fervor, perdone que sea insistente, pero usted se ha percatado, que día a día la he esperado afuera de aquel portón. Pasa tan indiferente, que causa intenso dolor y deja lastimado a mi amante corazón.
--- Disfruto este padecimiento, porque su amor…, me precisa. Es tal su indiferencia pero con cierta intención, pues me inclina a la templanza, fortalece mi paciencia y motiva mi esperanza. Diría yo, una insinuación.
--- Usted, posee un elixir milagroso; solamente su mirada y disimulada sonrisa, logran aliviar mi herida y mitigar el dolor. Remedio maravilloso, como respuesta al amor.
--- Este pobre corazón, ha sabido esperar; pero…, cada que la miro, es tan fuerte su latido que siento va a estallar, aunque eso no me preocupa reafirma mi esperanza, ya, que así ha manifestado el deseo de amar y a la vez de ser amado.
--- Señora: Mi corazón está abierto solamente para usted. ¡Bien sabe cuánto la amo! Siempre la miro en mis sueños y la idealizo despierto. Entre suspiros la llamo y eso alimenta mi fe.
--- ¡Pero, ya no puedo más! ¡Cómo quisiera gritar que no puedo ya callar este amor que es tan cierto! Y, ¿Cómo puedo acallar a este amante corazón? Déme la oportunidad de amarnos…, ésa, es la solución.
--- Además, usted, parte es ya de mi vida y la razón me dará. Dudo no haya comprendido, pero aquí lo entenderá. ¡Lea esto, por favor! Suplicante se lo pido:
“… Comprendo que usted es ajena; que existe una persona que se dice su marido, de quien siento envidia vil.
“… Presume de ser su dueño, sólo por estar casados por sentires obligados, de absurda “ley de los hombres, como ordenanza civil”.
“…¿Dígame, entonces… si eso es…, amor? ¡He aquí, la contrariedad!
“… Usted, para él…, es ya un compromiso que impide amarla en verdad. ¡Y, esa…, es la realidad!…
“… En cambio, yo, ¡Eso sí, se lo aseguro! Bajo palabra de honor, soy el amante preciso, que ha de mimarla por siempre y la inundará de amor...
“… Este amor será un idilio sincero…, no lo cobijará el misterio ¡Se lo juro, por mi honor! En lo nuestro, no dirán que es adulterio, ni pecado capital. ¡Dios, sabe cuanto la quiero, por el bien, jamás…, el mal!
--- Usted, sabe que mi cura solamente es con su amor; eso, es lo que me apura…, para aliviar mi dolor. Y … .
“… Una vez que haya leído esta confesión de amante. Me será gratificante y hasta me conformaré. --- Sólo un gran favor le pido:
--- ¡Déme una sola esperanza! Que para ello, el tiempo alcanza, así ya no insistiré. Por eso…
“… Encarecidamente le pido “hágame saber, si leyó…, mi súplica de enamorado”, porque me tiene obcecado, desde, sabe Dios, ya cuántos días…
“…Pero… ¡Contésteme, por favor! Será un romántico pretexto.
“--- Y, por ello…, le pido otro gran favor…:
--- Exprese al final del texto:
“… ¡Bah! ¡Sólo leí tonterías!... “…Yo…, lo traduciré en…, amor”.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
28/01/2019 Derechos de Autor Reservados.©
--- Señora: Tal vez yo no le importo nada, pero la amo con fervor, perdone que sea insistente, pero usted se ha percatado, que día a día la he esperado afuera de aquel portón. Pasa tan indiferente, que causa intenso dolor y deja lastimado a mi amante corazón.
--- Disfruto este padecimiento, porque su amor…, me precisa. Es tal su indiferencia pero con cierta intención, pues me inclina a la templanza, fortalece mi paciencia y motiva mi esperanza. Diría yo, una insinuación.
--- Usted, posee un elixir milagroso; solamente su mirada y disimulada sonrisa, logran aliviar mi herida y mitigar el dolor. Remedio maravilloso, como respuesta al amor.
--- Este pobre corazón, ha sabido esperar; pero…, cada que la miro, es tan fuerte su latido que siento va a estallar, aunque eso no me preocupa reafirma mi esperanza, ya, que así ha manifestado el deseo de amar y a la vez de ser amado.
--- Señora: Mi corazón está abierto solamente para usted. ¡Bien sabe cuánto la amo! Siempre la miro en mis sueños y la idealizo despierto. Entre suspiros la llamo y eso alimenta mi fe.
--- ¡Pero, ya no puedo más! ¡Cómo quisiera gritar que no puedo ya callar este amor que es tan cierto! Y, ¿Cómo puedo acallar a este amante corazón? Déme la oportunidad de amarnos…, ésa, es la solución.
--- Además, usted, parte es ya de mi vida y la razón me dará. Dudo no haya comprendido, pero aquí lo entenderá. ¡Lea esto, por favor! Suplicante se lo pido:
“… Comprendo que usted es ajena; que existe una persona que se dice su marido, de quien siento envidia vil.
“… Presume de ser su dueño, sólo por estar casados por sentires obligados, de absurda “ley de los hombres, como ordenanza civil”.
“…¿Dígame, entonces… si eso es…, amor? ¡He aquí, la contrariedad!
“… Usted, para él…, es ya un compromiso que impide amarla en verdad. ¡Y, esa…, es la realidad!…
“… En cambio, yo, ¡Eso sí, se lo aseguro! Bajo palabra de honor, soy el amante preciso, que ha de mimarla por siempre y la inundará de amor...
“… Este amor será un idilio sincero…, no lo cobijará el misterio ¡Se lo juro, por mi honor! En lo nuestro, no dirán que es adulterio, ni pecado capital. ¡Dios, sabe cuanto la quiero, por el bien, jamás…, el mal!
--- Usted, sabe que mi cura solamente es con su amor; eso, es lo que me apura…, para aliviar mi dolor. Y … .
“… Una vez que haya leído esta confesión de amante. Me será gratificante y hasta me conformaré. --- Sólo un gran favor le pido:
--- ¡Déme una sola esperanza! Que para ello, el tiempo alcanza, así ya no insistiré. Por eso…
“… Encarecidamente le pido “hágame saber, si leyó…, mi súplica de enamorado”, porque me tiene obcecado, desde, sabe Dios, ya cuántos días…
“…Pero… ¡Contésteme, por favor! Será un romántico pretexto.
“--- Y, por ello…, le pido otro gran favor…:
--- Exprese al final del texto:
“… ¡Bah! ¡Sólo leí tonterías!... “…Yo…, lo traduciré en…, amor”.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
28/01/2019 Derechos de Autor Reservados.©
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