Daniel
Miembro Conocido

Despiértame, si un día crees
que mi rumbo se ha torcido,
si ves que mis ojos no miran
más la belleza de un amanecer,
si los vientos de mi memoria
no soplan hacia el porvenir
y sufren la muerte lenta
en la quietud del pasado.
Despiértame, si sospechas
que tu nombre no humedece
mis labios de dulce ternura,
si mi corazón no acelera
cada uno de sus latidos
con los versos de tu mirada
y si mi poesía no surge libre
con el beso de tu alma.
Despiértame, si no grito
en mis letras, la injusticia,
si me he olvidado del niño
que padece frío en la calle,
de la violencia que asesina
con su machismo a la mujer
y de la discriminación
que sufren nuestros hermanos.
Haz que vuelva a mí, la cordura,
hecha al naciente psicoticismo
que invade mi sangre y neuronas.
Tú, que eres mi religión,
la luz que enciende mis pupilas,
y el salmo que siempre perdona;
¡Despiértame y tráeme de vuelta!
Con tus dedos de luna,
en los oasis del silencio,
con tus manos de madrugada,
que envuelven la vida
y sálvame...
con los sueños de tu amor.