JAVIER TOMAS
Sub Administrador
En el pulido cristal de la verdad
incrusta oxidadas alcayatas
el poderoso, donde cuelga
sus óleos de mentiras,
sus racimos de patrañas,
sus hiedras de excusas.
Cuando algo se quiere reflejar
queda distorsionado
por las finas grietas de las roturas,
rompiendo el claro brillo
que una vez poseyó.
Así se refleja
la fea cara de la mentira
sin que se vean sus cicatrices
y sus horribles muecas.
Todo es válido para eliminar
ese preciado espejo
donde ya el joven se ve viejo
alejado por siempre de la verdad.
incrusta oxidadas alcayatas
el poderoso, donde cuelga
sus óleos de mentiras,
sus racimos de patrañas,
sus hiedras de excusas.
Cuando algo se quiere reflejar
queda distorsionado
por las finas grietas de las roturas,
rompiendo el claro brillo
que una vez poseyó.
Así se refleja
la fea cara de la mentira
sin que se vean sus cicatrices
y sus horribles muecas.
Todo es válido para eliminar
ese preciado espejo
donde ya el joven se ve viejo
alejado por siempre de la verdad.