cocuzza3105
Miembro Conocido
EL ROBLE
No sé si está en tu memoria,
tal vez de algo te acuerdes;
Han pasado muchos años,
pero sigue en mi mente
aquel lejano momento
que un amanecer perenne
nos sorprendió impregnados
de ese aroma que enciende
el mejor de los sentidos,
ese mismo que envuelve
a la corta adolescencia
dejando así que selle
una etapa de la vida.
Fue en enero, el día ese,
que el roble nos convocó
bajo su sombra campestre
rodeada por las montañas;
Y al lado un río celeste
reflejo de un cielo claro,
comenzó a estremecerse
su copa para mirarnos,
porque abrazados fuerte
tendidos medio desnudos
nos amamos en su césped
en esa tarde de sol,
que acariciando tu vientre
como a un tesoro encontrado,
temor tenía a perderte.
Al rato estabas dormida
y a tu lado quedé aleve
dándote el último beso
como tremendo hereje,
ocultando su sonido
el agua del río endeble.
No sé dónde estarás;
Yo aquí, y aunque lo asierren,
cada vez visito al roble
con la ilusión que regreses
escarbando tu memoria.
Mientras tanto siguen fieles
tu perfume y su copa
como si eternos fueren.
Ángel César Cocuzza.
No sé si está en tu memoria,
tal vez de algo te acuerdes;
Han pasado muchos años,
pero sigue en mi mente
aquel lejano momento
que un amanecer perenne
nos sorprendió impregnados
de ese aroma que enciende
el mejor de los sentidos,
ese mismo que envuelve
a la corta adolescencia
dejando así que selle
una etapa de la vida.
Fue en enero, el día ese,
que el roble nos convocó
bajo su sombra campestre
rodeada por las montañas;
Y al lado un río celeste
reflejo de un cielo claro,
comenzó a estremecerse
su copa para mirarnos,
porque abrazados fuerte
tendidos medio desnudos
nos amamos en su césped
en esa tarde de sol,
que acariciando tu vientre
como a un tesoro encontrado,
temor tenía a perderte.
Al rato estabas dormida
y a tu lado quedé aleve
dándote el último beso
como tremendo hereje,
ocultando su sonido
el agua del río endeble.
No sé dónde estarás;
Yo aquí, y aunque lo asierren,
cada vez visito al roble
con la ilusión que regreses
escarbando tu memoria.
Mientras tanto siguen fieles
tu perfume y su copa
como si eternos fueren.
Ángel César Cocuzza.
Última edición: