Daniel
Miembro Conocido
Era un pétalo de rosa
aromando en el sendero,
donde era su piel la joya
entre ilusión y silencio;
yo, tan solo dura roca,
deshojando los recuerdos,
cual un junco sin su sombra
pegadito al cementerio.
Sus manos fueron las olas
que removieron el centro
donde no quedaban trovas
para arrullar un lucero;
su cielo, una mariposa
que me vistió de suspenso,
al sembrar mil barcarolas
sobre este corazón muerto.
El tiempo fue la matrona
que vació todo mi cieno
y del poema, la autora
para crear nuevo velo;
allí, me abrazó su boca
que fue delirio en mi cuerpo
y el alma se volvió copla
llena de luz y misterio.
El futuro fue la sonda
que exploró los universos,
con el timón hacia proa
para anclar en este puerto;
juntos forjamos la estrofa
que finalizan los versos:
"El amor jamás zozobra
si fue grabado con fuego."
aromando en el sendero,
donde era su piel la joya
entre ilusión y silencio;
yo, tan solo dura roca,
deshojando los recuerdos,
cual un junco sin su sombra
pegadito al cementerio.
Sus manos fueron las olas
que removieron el centro
donde no quedaban trovas
para arrullar un lucero;
su cielo, una mariposa
que me vistió de suspenso,
al sembrar mil barcarolas
sobre este corazón muerto.
El tiempo fue la matrona
que vació todo mi cieno
y del poema, la autora
para crear nuevo velo;
allí, me abrazó su boca
que fue delirio en mi cuerpo
y el alma se volvió copla
llena de luz y misterio.
El futuro fue la sonda
que exploró los universos,
con el timón hacia proa
para anclar en este puerto;
juntos forjamos la estrofa
que finalizan los versos:
"El amor jamás zozobra
si fue grabado con fuego."