Mariana Cuaspa
Miembro Conocido
La tarde corteja al sol
que se repliega y se va,
quiere rozar la noche sin estrellas
cuando desaparece la delgadez del día
pintado en una acuarela.
Solo queda un ocaso en cenizas
el sonido se va en silencio.
Minutos que respiran
rascando un viejo reloj.
A esta hora, con calma,
démosle forma a un poema
que atraviese el espacio
y se abrigue en tu mirada.
Deshojemos con él la noche
mientras remendamos
los versos rotos que quedan
encendamos la luz
para pintar lentamente la ilusión
y que sea nuestra la grandeza del universo.
Tomados de la mano
veamos como renace un lucero
tú solo mírame
que del poema, me encargo yo.
que se repliega y se va,
quiere rozar la noche sin estrellas
cuando desaparece la delgadez del día
pintado en una acuarela.
Solo queda un ocaso en cenizas
el sonido se va en silencio.
Minutos que respiran
rascando un viejo reloj.
A esta hora, con calma,
démosle forma a un poema
que atraviese el espacio
y se abrigue en tu mirada.
Deshojemos con él la noche
mientras remendamos
los versos rotos que quedan
encendamos la luz
para pintar lentamente la ilusión
y que sea nuestra la grandeza del universo.
Tomados de la mano
veamos como renace un lucero
tú solo mírame
que del poema, me encargo yo.
