Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Al ver el astro que en el mar declina,
queda el celaje sonrosado y terso,
dándole al agua un resplandor diverso
y al panorama una visión genuina.
El sol poniente en la extensión marina,
atrajo el numen que posé en mi verso,
y conjunté a mi diapasón disperso,
en cuyo timbre mi laúd se afina.
Vaya mi canto con ferviente anhelo,
para la tarde y el hermoso cielo
donde mi alma con amor se explaya.
Por el encanto que a mi ser seduce
y la caricia que a mi faz produce,
sobre la arena de la extensa playa.
queda el celaje sonrosado y terso,
dándole al agua un resplandor diverso
y al panorama una visión genuina.
El sol poniente en la extensión marina,
atrajo el numen que posé en mi verso,
y conjunté a mi diapasón disperso,
en cuyo timbre mi laúd se afina.
Vaya mi canto con ferviente anhelo,
para la tarde y el hermoso cielo
donde mi alma con amor se explaya.
Por el encanto que a mi ser seduce
y la caricia que a mi faz produce,
sobre la arena de la extensa playa.