María del Mar Ponce López
Moderadora de Prosas Compartiendo Tristezas
Morir, vivir sin ti, de tal manera
que el cielo me resulta casi nada,
el viento se convierte en una espada
en los cardos del tiempo y de la espera.
Morir, vivir sin ti, con mi quimera
que me asusta y me eleva al infinito
y me deja en el suelo, que maldito
me dibuja tan sola, tan perdida…
y me muevo en silencio por la vida
en un sueño pesado que repito.
Morir, vivir sin ti como quien reza
esperando encontrarte entre mis cosas
y persigo tus luces, nebulosas
entre paredes llenas de belleza.
Morir, vivir sin ti, sin mi cabeza,
sin corazón, sin risas, sin entrañas
y me miran con pena las arañas
del futuro perlado de presente.
No soy yo la que vaga entre la gente,
eres tú, que me dueles, que me engañas.
María del Mar Ponce López
Reservados todos los derechos de autor
que el cielo me resulta casi nada,
el viento se convierte en una espada
en los cardos del tiempo y de la espera.
Morir, vivir sin ti, con mi quimera
que me asusta y me eleva al infinito
y me deja en el suelo, que maldito
me dibuja tan sola, tan perdida…
y me muevo en silencio por la vida
en un sueño pesado que repito.
Morir, vivir sin ti como quien reza
esperando encontrarte entre mis cosas
y persigo tus luces, nebulosas
entre paredes llenas de belleza.
Morir, vivir sin ti, sin mi cabeza,
sin corazón, sin risas, sin entrañas
y me miran con pena las arañas
del futuro perlado de presente.
No soy yo la que vaga entre la gente,
eres tú, que me dueles, que me engañas.
María del Mar Ponce López
Reservados todos los derechos de autor
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