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Pandemia

Hay un virus letal que se contagia
y en el mundo se encuentra amenazante,
cuyo efecto es terrible y angustiante
toda vez que catástrofes presagia.

Es preciso que brote como magia
la vacuna virtuosa en este instante
y detenga su paso hacia adelante
cual profusa y maléfica hemorragia.

Tal parece que el orbe se halla inerme
de funestas desgracias cada día,
pues la muerte fatídica no duerme.

Por lo mismo se anhela con porfía
que este germen terrífico ya merme
y que reine de nuevo la alegría.
 
Última edición:

José Luis Blázquez

JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
Excelente soneto, Víctor, sobre una realidad que nos atañe a todos. Hoy mismo voy a publicar un romance sobre el mismo tema.

Un abrazo.
 
Hay un virus letal que se contagia
y en el mundo se encuentra amenazante,
cuyo efecto es terrible y angustiante
toda vez que catástrofes presagia.

Es preciso que brote como magia
la vacuna virtuosa en este instante
y detenga su paso hacia adelante
cual profusa y maléfica hemorragia.

Tal parece que el orbe se halla inerme
de funestas desgracias cada día,
pues la muerte fatídica no duerme.

Por lo mismo se anhela con porfía
que este germen terrífico ya merme
y que reine de nuevo la alegría.
VÍCTOR

¡Qué positivo cierre!

Felicitaciones amigo poeta.

Un fortísimo abrazo,

Guillermo,
 

Azalea Diaz

Miembro Conocido
Hay un virus letal que se contagia
y en el mundo se encuentra amenazante,
cuyo efecto es terrible y angustiante
toda vez que catástrofes presagia.

Es preciso que brote como magia
la vacuna virtuosa en este instante
y detenga su paso hacia adelante
cual profusa y maléfica hemorragia.

Tal parece que el orbe se halla inerme
de funestas desgracias cada día,
pues la muerte fatídica no duerme.

Por lo mismo se anhela con porfía
que este germen terrífico ya merme
y que reine de nuevo la alegría.
Que Dios escuche tus magníficas plegarias, Víctor. Muy buen soneto. Saludos, amigo.
 
Hay un virus letal que se contagia
y en el mundo se encuentra amenazante,
cuyo efecto es terrible y angustiante
toda vez que catástrofes presagia.

Es preciso que brote como magia
la vacuna virtuosa en este instante
y detenga su paso hacia adelante
cual profusa y maléfica hemorragia.

Tal parece que el orbe se halla inerme
de funestas desgracias cada día,
pues la muerte fatídica no duerme.

Por lo mismo se anhela con porfía
que este germen terrífico ya merme
y que reine de nuevo la alegría.
VÍCTOR

¡Qué excelente soneto!

Con un final esperanzador.

Un fortísimo abrazo
amigo poeta,


Guillermo.
 
Hay un virus letal que se contagia
y en el mundo se encuentra amenazante,
cuyo efecto es terrible y angustiante
toda vez que catástrofes presagia.

Es preciso que brote como magia
la vacuna virtuosa en este instante
y detenga su paso hacia adelante
cual profusa y maléfica hemorragia.

Tal parece que el orbe se halla inerme
de funestas desgracias cada día,
pues la muerte fatídica no duerme.

Por lo mismo se anhela con porfía
que este germen terrífico ya merme
y que reine de nuevo la alegría.
Gran soneto, Victor. Ojalá calme pronto o se genere esa vacuna tan ansiada.
Un fortísimo abrazo.
 

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