Daniel
Miembro Conocido
No pretendo ser el mar
para calmar tu lamento,
ni quiero con este intento
bordar tu sueño al azar.
Solo tienes que confiar
en el verso del mañana,
en esa canción temprana
que nace del ruiseñor,
y en el verbo del amor
de la esperanza que emana.
Flora la bella guardiana,
con magia del Alicanto,
son las sirenas del canto
en un tañer de campana.
Volando en brisa liviana
sobre el suspiro profundo,
que por tu pecho es oriundo
como un latido en verdad,
y mostrarle tu piedad
a los seres de este mundo.
Al furor un "no" rotundo,
por la injusticia gritar,
tu cantar has de llevar
inclusive al inframundo.
Con certezas yo te inundo
de leyenda y fantasía,
de exactitud e hidalguía
con ternura desmedida
hermosa niña dormida,
por ti la vida daría.
para calmar tu lamento,
ni quiero con este intento
bordar tu sueño al azar.
Solo tienes que confiar
en el verso del mañana,
en esa canción temprana
que nace del ruiseñor,
y en el verbo del amor
de la esperanza que emana.
Flora la bella guardiana,
con magia del Alicanto,
son las sirenas del canto
en un tañer de campana.
Volando en brisa liviana
sobre el suspiro profundo,
que por tu pecho es oriundo
como un latido en verdad,
y mostrarle tu piedad
a los seres de este mundo.
Al furor un "no" rotundo,
por la injusticia gritar,
tu cantar has de llevar
inclusive al inframundo.
Con certezas yo te inundo
de leyenda y fantasía,
de exactitud e hidalguía
con ternura desmedida
hermosa niña dormida,
por ti la vida daría.