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PARDO, NUESTRO PERRO (Soneto melódico).

PARDO, NUESTRO PERRO

Buscador de tesoros enterrados,
él nos roba un anquito y la sonrisa,
los ladridos despiertan esa brisa
que es conciencia en un mundo de alienados.

Dos colmillos asoman afilados,
una sombra en sus ojos se desliza:
¡la mirada parece ser sumisa
en los perros que son abandonados!

Ha nacido en las márgenes del río
con arrullos de moscas y humedad,
fue su cuna un precario tronco umbrío.

Lo adoptamos y habita la oquedad,
su rescate pagamos al estío
¡descontando a la vida, vanidad!

Carlos Ariel Albornoz
IMG-20200515-WA0011.jpg
 

Pandora

Miembro Conocido
PARDO, NUESTRO PERRO

Buscador de tesoros enterrados,
él nos roba un anquito y la sonrisa,
los ladridos despiertan esa brisa
que es conciencia en un mundo de alienados.

Dos colmillos asoman afilados,
una sombra en sus ojos se desliza:
¡la mirada parece ser sumisa
en los perros que son abandonados!

Ha nacido en las márgenes del río
con arrullos de moscas y humedad,
fue su cuna un precario tronco umbrío.

Lo adoptamos y habita la oquedad,
su rescate pagamos al estío
¡descontando a la vida, vanidad!

Carlos Ariel Albornoz
Ver el archivo adjunto 7535
Maravilloso sentir que muestra el amor por los peluditos.

Amó a las perritos...! tengo 10 en casa 😁son mi familia ,mi compañía y mi vida.
Precioso,muchas gracias felicitaciones por su trabajo .
Abrazos.
 
PARDO, NUESTRO PERRO

Buscador de tesoros enterrados,
él nos roba un anquito y la sonrisa,
los ladridos despiertan esa brisa
que es conciencia en un mundo de alienados.

Dos colmillos asoman afilados,
una sombra en sus ojos se desliza:
¡la mirada parece ser sumisa
en los perros que son abandonados!

Ha nacido en las márgenes del río
con arrullos de moscas y humedad,
fue su cuna un precario tronco umbrío.

Lo adoptamos y habita la oquedad,
su rescate pagamos al estío
¡descontando a la vida, vanidad!

Carlos Ariel Albornoz
Ver el archivo adjunto 7535
Por algo dicen que es nuestro amigo y ellos nos reviven el corazón, hermoso poema, saludos Daniel
 
PARDO, NUESTRO PERRO

Buscador de tesoros enterrados,
él nos roba un anquito y la sonrisa,
los ladridos despiertan esa brisa
que es conciencia en un mundo de alienados.

Dos colmillos asoman afilados,
una sombra en sus ojos se desliza:
¡la mirada parece ser sumisa
en los perros que son abandonados!

Ha nacido en las márgenes del río
con arrullos de moscas y humedad,
fue su cuna un precario tronco umbrío.

Lo adoptamos y habita la oquedad,
su rescate pagamos al estío
¡descontando a la vida, vanidad!

Carlos Ariel Albornoz
Ver el archivo adjunto 7535
Bello y sentido soneto. Felicitaciones. Mi padre tuvo un maravilloso Buldog y ¡qué no daba por ese perro!
 

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