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Poesía clásica: el placer de trabajar con las palabras

Las palabras limitan el quebranto
al sentir lo que en ellas se interpreta
con los fúlgidos signos de su veta
que en el texto rutilan con encanto.

Y no obstante que a veces causan llanto,
la emoción que producen es completa
porque llevan el alma del poeta
palpitando en las notas de su canto.

Trabajar con las voces, gratamente,
del legado del ínclito Cervantes,
proporciona placer íntimamente,

ya que la sucesión de consonantes
y cadencias que animan a la mente,
al creador hacen bellos los instantes
 
Las palabras limitan el quebranto
al sentir lo que en ellas se interpreta
con los fúlgidos signos de su veta
que en el texto rutilan con encanto.

Y no obstante que a veces causan llanto,
la emoción que producen es completa
porque llevan el alma del poeta
palpitando en las notas de su canto.

Trabajar con las voces, gratamente,
del legado del ínclito Cervantes,
proporciona placer íntimamente,

ya que la sucesión de consonantes
y cadencias que animan a la mente,
al creador hacen bellos los instantes
VÍCTOR

¡Qué juego divertido de palabras
nos presentas querido amigo poeta!

Un fortísimo abrazo,

Guillermo.
 
Las palabras limitan el quebranto
al sentir lo que en ellas se interpreta
con los fúlgidos signos de su veta
que en el texto rutilan con encanto.

Y no obstante que a veces causan llanto,
la emoción que producen es completa
porque llevan el alma del poeta
palpitando en las notas de su canto.

Trabajar con las voces, gratamente,
del legado del ínclito Cervantes,
proporciona placer íntimamente,

ya que la sucesión de consonantes
y cadencias que animan a la mente,
al creador hacen bellos los instantes
Una maravilla de soneto, Victor.
Un fuerte abrazo.
 

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