Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Si el pasado cambiarse se pudiera
o volver a nacer, que es parecido...
Pero no, no es posible y lo que he sido
de poderlo alterar no sé manera.
Puede ser que fui un golfo, un calavera,
aunque buena persona según mido.
Que a menudo mayor siempre es el ruido
del petardo que el mal que hace a cualquiera.
¿Que tener no debí varias amantes
ni tampoco beber en demasía?
Pues es cierto en verdad, pero hay bastantes
que ya nacen canallas, a fe mía.
Y, que sepa, lo mío duró instantes,
no causando jamás algarabía.
Si mañana o un día
no lejano se hiciera un inventario
no podrían decir: - Fue un perdulario.-
Alocado, tal vez, mas no es delito;
a ninguno causé mal a conciencia
y si pude tener grata experiencia
pues mejor para mí, pienso y medito.
En mis versos dejar quisiera escrito
el porqué de insensatas aventuras.
De mis, pueden llamarse, “calenturas”
que me hicieron jugar cual un Tenorio;
mas tampoco fue enorme el repertorio,
no "estudié" más de treinta "partituras".
¿Demasiadas, quizás? Teniendo en cuenta
las contadas por él y por Mejía
no son muchas, opino. Y di alegría,
pues ninguna marchó poco contenta.
Las pagué con amor, muy cara renta.
Que, mejor o peor, mi fantasía
les brindó mi querer, mi Poesía,
que no compra el dinero. No está en venta.
En resumen, que tuve - como todos -
suerte a veces y en otras la Fortuna
me trató, muchas más, con malos modos;
pero es tonto quejarse, que en alguna
ocasión sí pasé buenos periodos.
¡Echaremos las culpas a la Luna!
o volver a nacer, que es parecido...
Pero no, no es posible y lo que he sido
de poderlo alterar no sé manera.
Puede ser que fui un golfo, un calavera,
aunque buena persona según mido.
Que a menudo mayor siempre es el ruido
del petardo que el mal que hace a cualquiera.
¿Que tener no debí varias amantes
ni tampoco beber en demasía?
Pues es cierto en verdad, pero hay bastantes
que ya nacen canallas, a fe mía.
Y, que sepa, lo mío duró instantes,
no causando jamás algarabía.
Si mañana o un día
no lejano se hiciera un inventario
no podrían decir: - Fue un perdulario.-
Alocado, tal vez, mas no es delito;
a ninguno causé mal a conciencia
y si pude tener grata experiencia
pues mejor para mí, pienso y medito.
En mis versos dejar quisiera escrito
el porqué de insensatas aventuras.
De mis, pueden llamarse, “calenturas”
que me hicieron jugar cual un Tenorio;
mas tampoco fue enorme el repertorio,
no "estudié" más de treinta "partituras".
¿Demasiadas, quizás? Teniendo en cuenta
las contadas por él y por Mejía
no son muchas, opino. Y di alegría,
pues ninguna marchó poco contenta.
Las pagué con amor, muy cara renta.
Que, mejor o peor, mi fantasía
les brindó mi querer, mi Poesía,
que no compra el dinero. No está en venta.
En resumen, que tuve - como todos -
suerte a veces y en otras la Fortuna
me trató, muchas más, con malos modos;
pero es tonto quejarse, que en alguna
ocasión sí pasé buenos periodos.
¡Echaremos las culpas a la Luna!