Ovillejo dodecasílabo bien llevado con su último verso que recoge los tres versos de pies quebrados. Lleva en su mensaje un amor que fue pero que se diluyó, así lo he interpretado.
Haré unas pequeñas observaciones sin mucha importancia, además, de ser algo subjetivas, en el plano de los signos de puntuación, así como también comentaré, a grosso modo, del metro dodecasílabo.
La observación más importante es sobre la palabra "tu" que por ser un pronombre personal debe llevar acento, bien distinto del adjetivo posesivo "tu", que no lo lleva.
Con relación a los signos de puntuación, acotaría: después del segundo verso, primer pie quebrado, colocaría punto y coma; obsérvese que en "reprochas" se siente una entonación como de cierre del enunciado, ese es precisamente el oficio del punto y coma.
Al final del tercer verso, colocaría un punto por la poca conexión semántica que guarda con la oración siguiente.
Indudablemente que es la manera como he interpretado tu mensaje, por lo que podría estar equivocado; como estamos en ese proceso de aprendizaje, me gustaría conocer tu posición.
En lo tocante al metro dodecasílabo, comenzaré por decir que en el tercer verso, última palabra, "vehemente", se utiliza la licencia métrica, sinéresis, para conservar las doce sílabras métricas.
Este fue un metro poco utilizado en los Siglos de Oro de la poesía española en el que sobresalió, sin lugar a dudas, el endecasílabos, proveniente de Italia. El dodecasílabo fue empleado sobre todo en el Modernismo, con Rubén Darío como su mayor exponente.
El dodeca, es un metro bastante particular. hay dos tipos de dodecas: simétricos: cesura central; en este tipo se distinguen: trocaico, dactílico y polirrítmico.
El otro tipo es el asimétrico; entre este tipo se encuentra el dodeca ternario, llamado dodecasílabo simple. En esta clase de dodeca no existe la cesura y es permitida la sinalefa; se caracteriza por la disposición de tres tetrasílabos, cuyos acentos recaen en la tercera, séptima y undécima sílabas:
(ooóo ooóo ooóo).
A este tipo de dodecasílabos se enmarcan tus dodecasílabos, en tu excelente ovillejo, a excepción del tercer verso: "Te presentas juvenil claro y vehemente"; (ooóo - ooóóo - ooóo).
En ese verso, creo, se rompe el ritmo.
Espero estar equivocado en mis apreciaciones; en caso de mortificación en ellas te pido disculpas, además, de poder borrarlas.
Sigifredo