Era tan bonito el vestido…
que solo pensaba en quitar;
era blanco, por delante
era rojo, por detrás
los pliegues caían con garbo
imposibles de olvidar
tenía la suavidad de la seda
la calidez del terciopelo
dócil, para que a la brisa ceda
y lo comprobé con mi dedo
Era tan bonito tu vestido…
que no llegué a quitártelo;
estabas más guapa vestida
yo, con la mirada tan perdida
que llegué a imaginarlo.
								que solo pensaba en quitar;
era blanco, por delante
era rojo, por detrás
los pliegues caían con garbo
imposibles de olvidar
tenía la suavidad de la seda
la calidez del terciopelo
dócil, para que a la brisa ceda
y lo comprobé con mi dedo
Era tan bonito tu vestido…
que no llegué a quitártelo;
estabas más guapa vestida
yo, con la mirada tan perdida
que llegué a imaginarlo.
								
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