Yolvi Efrain Cauro Mendes
Miembro Conocido
UN VOTO A LA ALBORADA
(Soneto hexadecasílabo | Efraín Cauro ©)
Hoy la lluvia en mí te nombra con su líquido susurro,
las cortinas de la tarde se desgajan por momentos
y apareces como cénit del pecado en el que incurro
una vez, y tantas veces, que me olvido los lamentos
del amor que te profeso más allá de lo impalpable.
El ocaso está cercano y, con él, la epifanía
de tu cuerpo junto al mío en pasión irrefrenable,
remontando a latigazos el placer de la agonía.
De la flor en el celaje se desflora una espiral
de jadeos y suspiros, que nos lanzan al abismo
por la luna de tu seno; donde el sol en su final
arde tanto que consume, si estuviera, el diablo mismo.
Mas nosotros dos, devotos, dándonos todo por nada,
oraremos, uno al otro, en un voto a la alborada.
© Efraín Cauro Mendez.
17 de septiembre de 2014
(Soneto hexadecasílabo | Efraín Cauro ©)
Hoy la lluvia en mí te nombra con su líquido susurro,
las cortinas de la tarde se desgajan por momentos
y apareces como cénit del pecado en el que incurro
una vez, y tantas veces, que me olvido los lamentos
del amor que te profeso más allá de lo impalpable.
El ocaso está cercano y, con él, la epifanía
de tu cuerpo junto al mío en pasión irrefrenable,
remontando a latigazos el placer de la agonía.
De la flor en el celaje se desflora una espiral
de jadeos y suspiros, que nos lanzan al abismo
por la luna de tu seno; donde el sol en su final
arde tanto que consume, si estuviera, el diablo mismo.
Mas nosotros dos, devotos, dándonos todo por nada,
oraremos, uno al otro, en un voto a la alborada.
© Efraín Cauro Mendez.
17 de septiembre de 2014
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