Marcela
Miembro Conocido
Las cartas no están echadas
es difícil la estocada
que ponga punto final
a todo lo que hago mal.
Y descubro en mi mirada
una angustia encerrada
de un origen ancestral
cuando veo que la vida sigue igual.
Puedo caer más de mil veces
e intentarlo por mil veces más.
Puedo estar aquí por meses
y viajar de a ratos a otro lugar,
con o sin ganas de pensar, dónde está la solución
que me quite de esta incómoda y pesada situación.
Mi humanidad es tan estrecha
que no cabe en mi cabeza
defraudar a los demás.
La confianza en mí misma
tambalea en la cornisa
…una voz hay que callar.
Puedo matarme mil veces
y mil más resucitar.
Mientras él siga latiendo
al borde me he de sentar…
el límite he de rozar…
el riesgo no está de oferta
se podrá abrir la puerta
y al vacío iré a saltar
cuando ya no pueda más
es difícil la estocada
que ponga punto final
a todo lo que hago mal.
Y descubro en mi mirada
una angustia encerrada
de un origen ancestral
cuando veo que la vida sigue igual.
Puedo caer más de mil veces
e intentarlo por mil veces más.
Puedo estar aquí por meses
y viajar de a ratos a otro lugar,
con o sin ganas de pensar, dónde está la solución
que me quite de esta incómoda y pesada situación.
Mi humanidad es tan estrecha
que no cabe en mi cabeza
defraudar a los demás.
La confianza en mí misma
tambalea en la cornisa
…una voz hay que callar.
Puedo matarme mil veces
y mil más resucitar.
Mientras él siga latiendo
al borde me he de sentar…
el límite he de rozar…
el riesgo no está de oferta
se podrá abrir la puerta
y al vacío iré a saltar
cuando ya no pueda más
