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Anécdotas de un poeta 11 - ¿Publicar o no hacerlo?


Hoy hace una semana venía de realizar unas gestiones cuando me detuve en el quiosco de Prensa de un amigo, en plena calle de Alcalá.

Estuvimos charlando un instante y observé que tenía unos cuantos libros de los llamados “de viejo”, al precio cada uno de un euro.
Curioso, como de costumbre, los eché un vistazo y me hallé con la sorpresa de encontrar las LEYENDAS de Gustavo Adolfo Bécquer en dos pequeños ejemplares y LE LAZARILLO DE TORMES. De Anónimo. Ya saben, el autor más prolífico que nunca ha existido. :)

Las LEYENDAS las tengo desde mi juventud y calculo que las habré leído unas cinco o seis veces, el LAZARILLO no. He visto la magnífica serie que realizó hace años Televisión Española y sí he leído pasajes, pero íntegra no la había leído nunca.

Quise traerle a mi esposa las obras de Bécquer que a mí, personalmente, me agradan bastante más que sus RIMAS y le dije a mi amigo que me las vendiera. Por ser yo quien era me las cedió, los tres ejemplares, por un solo euro. Le di las gracias y me vine para casa, muy pensativo.

Si tres de las grandes obras maestras de la Literatura castellana se cotizan a un euro, amistades aparte, ¿qué esperanzas tiene de poder vender en 12 o 20 euros un libro de poemas un autor novel desconocido por el gran público? Prácticamente, ninguna.

Excepto que se sea amiguete de los presentadores de emisoras radio, a los que llamas para que te hagan una entrevista y promocionen tu libro a cambio de esa amistad o de vaya usted a saber qué.

La primera dificultad con la que se encuentra el poeta novel, e incluyo a los que como yo pasamos de los 70 años porque si nos conocen da lo mismo tener 18 que 90, seguimos siendo noveles, es el poco interés que despiertan en el editor que les recibe. - ¿Otro autor? Pues que entre y a ver cuánto le sacamos por el bodrio que sin duda nos va a presentar. -.

Y lo mismo les da que lo que les enseñen sea en efecto una castaña o un poemario digno de Lope de Vega. A ellos lo que les interesa es el escritor en función de los beneficios que puede rendirles, y en eso llevan razón y así ha sido siempre, pero a cambio de no invertir nada. Si quiere publicar tendrá que costearse la edición y luego ya veremos.

Autores de fama, novelistas sobre todo incluyendo al propio Arturo Pérez Reverte, tienen que ir mendigando esos minutos de publicidad de que he hablado. De ahí la estampida tan célebre del insigne Francisco Umbral: - ¡Yo he venido a hablar de mi libro y si vamos a hablar de otra cosa me voy! -. Y se marchó.

Cuando hace años un buen amigo se ofreció a sufragarme la edición de una de mis obras, cuyo importe acabó pagando mi difunto hermano Antonio Escobar, me lo medité muy mucho y pensé que la Poesía “vende poco”. Por ello elegí mi novela ODÍN, EL PERRO DE FUEGO y me puse al habla con un editor que me recomendó una conocida. Fui precavido y no me volví loco, encargando solamente cien ejemplares. Los cuales, y con suerte y esfuerzo personal, vendí en menos de un mes. Conocía de sobra a autores que han encargado mil o más libros y luego han tenido material para empapelar las paredes de su casa. Por eso, cuando alguno me dice que le ha publicado un libro de poemas a veces pregunto que por cuánto le ha salido la broma. Alguno asegura que nada, que se lo han subvencionado y efectivamente en casos muy extraños puede producirse tal hecho volviendo al asunto de los amiguetes de turno.

Pero lo normal no es eso, sino que el autor se lo costee y después que salga el sol por Antequera.

La Editorial que imprimió, es que realmente y por mucho que se anuncien no pasa de ser una imprenta, mi ODÍN promocionó tan “magníficamente” la novela que aparte de los cien ejemplares que encargué tan sólo vendió uno por encargo y a una gran amiga mía, como ella sabe. Y les aseguro que mi novela pudo ser un éxito, sin soñar en un best – seller pero cosas peores se han visto. Así me lo han manifestado posteriormente quienes la adquirieron y no fue por halago.

Las LEYENDAS de Bécquer por menos de un euro… Y yo no me considero don Gustavo Adolfo, así que dejo los trastos de matar para otro más optimista.

¡Hasta pronto!
 
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DANIELA

Moderadora del Foro Compartiendo Letras
Buenas tardes, es verdad que a veces se ven libros de autores reconocidos por bajos precios, pero no creo que por eso uno debe de desanimarse o dejar de publicar su libro, es verdad que todos hacen un gran esfuerzo y no reciben la remuneracion que deberian, muy pocos son los que pueden vivir de escribir, de pintar, solo los conocidos o con grandes contactos.. pero creo que ese esfuerzo se hace mas que por dinero, para darse a conocer, y debe de ser emocionante tener tu propio libro, un gran logro personal desde mi punto de vista. Gracias por compartir, Saludos.
 
Querida Daniela, yo tengo dos. Mi recientemente fallecido maestro, Agustín Sánchez Martínez, también tenía dos. No creo que por eso seamos mejores ni peores y te aseguro que tampoco lo suficientemente conocido que él debiera serlo.
¿Lo consideras como un capricho personal y una forma de gastar tu dinero que no en otras cosas inútiles, porque realmente no las necesitas? :)
Pues entonces, ¡adelante!
Todos tenemos derecho a satisfacer uno de nuestros caprichos y seguramente me habré gastado más dinero en lo que no debía, pero debes pensar que al "editor" lo mismo le da que le lleves una novela magnífica que la Hoja Parroquial. Ni la va a ver, lo único que sí contemplará será el importe de la factura que te pase.
Es que lo he visto hacer tantas veces con amigos a quien me dolía que les tomasen el pelo que ya me duele. Es similar a cuando un joven novillero tiene que pagar por torear sus primeras corridas, que también sucede.
Gracias por tu tiempo, amiga.
Besos.
Francisco
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Yo he leído tu publicación y lo que comenta mi hija Daniela, y estoy de acuerdo con ella,yo creo que uno edita los libros con el fin de llegar al mayor publico posible, ojalá todos pudiéramos llegar a ser muy conocidos por mérito propio y sin tener que pagar para ser editados, pero en este mundo que vivimos ya no es así,también reconozco que siempre es una emoción tener un libro nuestro en las manos,por eso no nos quedamos en solo uno, sino que perseguimos el sueño de realizar otros y pasamos nuestra existencia tratando de que otros lean y aprecien nuestras obras,un gusto leerte, gracias por compartir,un beso grande.
 
Francisco....lo escrito es una verdad para mucho de nosotros ....pero como dice los comentarios hay que seguir en cierta forma con los sueños en medida que se pueda y editar una cantidad razonable para no empapelar la casa...jajja.
Todos tenemos ese bichito interior que nos lleva a tratar de hacer un libro mas por llegar a otros mas allá de lo virtual.
Un escrito real dejas ...mis cariños
 
Posiblemente sea como dices, también yo disfruté cuando tuve el primer ejemplar de mi novela ODÍN, EL PERRO DE FUEGO, querida Sandra. Pero cuando observé la poca atención que le prestaba la Editorial - lo único que me propusieron fue que ya que había vendido los 100 ejemplares tan rápidamente que les encargara otros 1.000 - me desilusioné. Comprendí de una vez, aunque ya lo intuía, que su único interés era meramente comercial. Es que el Gerente ni la echó un vistazo.
Bécquer jamás vio publicadas sus Rimas, seguro que sabes que las editaron sus amigos cuando volvían de su entierro. ¿Eso le resta un ápice de gloria? Seguro que no.
Te digo lo que mismo que a tu hija, si es por darnos un capricho lo encuentro totalmente válido. Pero no tendría que ser de esa manera la forma de actuar de los señores editores, tendrían que tratar al autor como lo que es - un artista, cada cual dependiendo de su calidad - y no únicamente como un cliente a quien esquilmar a base de halagos la mayoría de las veces.
Muchas gracias y muchos besos, amiga.
Francisco
 
Querida Maru, esta tarde he estado colocando libros en una estantería que hace días se derrumbó por estar mal anclada. Han aparecido todos los nombres que quieras y alguno más. :)
Entre ellos uno de Agustín Sánchez que no recordaba, otro de uno de mis hijos - con el que ganó un Certamen de novela, amañado por supuesto :) - y uno de los dos míos.
No creas que me ha causado una impresión tan grande ver impreso mi nombre. Y sigo considerando q ue los tres títulos son tan buenos o tan malos estén editados o no.
Pero tampoco deseo aguarle la fiesta a nadie, amiga. ;)
Editad, amigas, que los libreros también tienen que comer.
Besos.
Francisco
 
Pero realidad total, estimado Lino. Para los editores no somos artistas sino mera fábrica de hacer billetes.
Y, naturalmente, los noveles no les interesamos. Aparte de que el hábito de la lectura ha decaído mucho últimamente, las nuevas tecnologías lo han superado y aunque el libro electrónico tienda a competir dudo mucho que lo consiga.
Es por lo que considero mi biblioteca, sin tener ningún incunable, como un tesoro aunque no sea más que de recuerdos.
Un fuerte abrazo, compañero.
Francisco
 

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