Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
La vida por el tiempo se desplaza,
y las etéreas manos invernales
van dejando en el rostro sus señales,
mientras muta el espíritu su traza.
Cada estación a nuestro ser se abraza
y se cambian los pasos habituales
en función de las leyes naturales
en las que el pensamiento se entrelaza.
Por eso la existencia se transforma
y en el sendero su interior se norma
por algo superior en nuestro sino.
Y por ello se estima que es prudente
tener fe y voluntad como aliciente
para hacer más explícito el camino.
y las etéreas manos invernales
van dejando en el rostro sus señales,
mientras muta el espíritu su traza.
Cada estación a nuestro ser se abraza
y se cambian los pasos habituales
en función de las leyes naturales
en las que el pensamiento se entrelaza.
Por eso la existencia se transforma
y en el sendero su interior se norma
por algo superior en nuestro sino.
Y por ello se estima que es prudente
tener fe y voluntad como aliciente
para hacer más explícito el camino.
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