• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

El poeta nunca muere (Soneto): a Federico García Lorca

Y mataron al hombre, no al poeta,
en ese trágico y maldito día
tu voz callaron, no tu poesía
que penetró en mi pecho cual saeta.

Tu persona de sueño y duende inquieta
tan plena de dulzura y gallardía,
encerrada la guardo en mi abadía
que con tus versos mágicos se aquieta.

Tu muerte nos dejó tantos pesares
que aún perdura tu recuerdo ahora;
mas te fuiste soñando en otros lares

jinete meditando tras la aurora
una noche de luna entre olivares...
Y en el Parnaso tu lucero mora.
 

Adjuntos

Última edición:


Y
mataron al hombre, no al poeta,

en aquel trágico y funesto día
tu voz callaron, no tu poesía
que penetró en mi pecho cual saeta.

Tu alma de sueños y de duende inquieta
rebosante de joven alegría,
encerrada la guardo en mi abadía
que con tus versos mágicos se aquieta.

Tu muerte nos dejó tantos pesares
que aún perdura tu recuerdo ahora;
mas te fuiste soñando en otros mares

jinete meditando tras la aurora
una noche de luna entre olivares.
¡Y echándote de menos mi alma llora!

MIGUEL

¡
Qué genial homenaje al
inmortal poeta GARCÍA LORCA!

¡Felicitaciones!

Un fortísimo abrazo,

Guillermo.
 
Última edición:

Severino Esteve

Miembro Conocido


Y
mataron al hombre, no al poeta,

en aquel trágico y funesto día
tu voz callaron, no tu poesía
que penetró en mi pecho cual saeta.

Tu alma de sueños y de duende inquieta
rebosante de joven alegría,
encerrada la guardo en mi abadía
que con tus versos mágicos se aquieta.

Tu muerte nos dejó tantos pesares
que aún perdura tu recuerdo ahora;
mas te fuiste soñando en otros mares

jinete meditando tras la aurora
una noche de luna entre olivares.
¡Y echándote de menos mi alma llora!
Excelente soneto para un gran poeta como fue el malogrado Federico... Maltratado y perseguido en contra de la libertad.
Su voz sigue resonando entre nosotros.
Saludos, poeta, y agradecido por la lectura.
 


Y
mataron al hombre, no al poeta,

en aquel trágico y funesto día
tu voz callaron, no tu poesía
que penetró en mi pecho cual saeta.

Tu alma de sueños y de duende inquieta
rebosante de joven alegría,
encerrada la guardo en mi abadía
que con tus versos mágicos se aquieta.

Tu muerte nos dejó tantos pesares
que aún perdura tu recuerdo ahora;
mas te fuiste soñando en otros mares

jinete meditando tras la aurora
una noche de luna entre olivares.
¡Y echándote de menos mi alma llora!

Gracias por compartir esta belleza de poema, Miguel.
Un abrazo.
 

Lucy

Miembro Conocido
Muy bonito el soneto, poeta Amadís, el segundo terceto me gustó muchísimo.
Saludo cordial.

Luci.
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba